Washington (CNN) – La Fuerza Aérea de Estados Unidos desplegó recientemente seis bombarderos B-52 con capacidad nuclear en Europa para ejercicios de “integración y entrenamiento de vuelo” con aliados regionales y socios de la OTAN, un movimiento que se considera como un fuerte mensaje a Rusia, país que celebra el quinto aniversario de su anexión militar de Crimea.
Una fuerza de tarea con bombarderos B-52 Stratofortress, aviadores y equipos de apoyo de la Segunda Unidad con base en la base aérea de Barksdale, Louisiana, llegó a la base Fairford de la Fuerza Aérea británica la semana pasada y ha participado en varias misiones de entrenamiento en toda Europa, según el servicio.
El lunes, cuatro B-52 “realizaron vuelos a varios lugares de Europa, incluido el Mar de Noruega, el Mar Báltico / Estonia y el Mar Mediterráneo / Grecia”, dijo la Fuerza Aérea.
Bombarderos B-52 de la base de la Fuerza Aérea Andersen, Guam y la base británica de Fairford también realizaron “entrenamientos simultáneos de familiarización en el Indo-Pacífico y Europa” mientras los bombarderos “volaban al norte a un área al este de la Península de Kamchatka”, cerca de Rusia.
“Colectivamente, los vuelos desde el Indo-Pacífico y Europa demostraron el compromiso de Estados Unidos con los aliados y socios a través del empleo global de las fuerzas militares”, dijo la Fuerza Aérea en un comunicado.
Con un peso de casi 84 toneladas, el B-52 entró en servicio por primera vez en la década de 1950 durante el apogeo de la Guerra Fría, y fue originalmente diseñado para servir como bombardero nuclear intercontinental de gran alcance y gran altitud que podría impactar profundamente en la Unión Soviética.
El B-52 más nuevo entró en servicio en 1962 y el avión de 48 metros de longitud se convirtió en un ícono de la Guerra Fría.
Los aviones han cambiado mucho desde el final de la Guerra Fría y se han actualizado con misiles guiados de precisión y sensores de alta tecnología. Cada avión puede transportar hasta 31 toneladas de bombas, minas y misiles, de acuerdo con la hoja de datos oficial de la Fuerza Aérea.
Tensión con Moscú
Las tensiones entre Estados Unidos y Rusia han aumentado de manera constante en los últimos meses tras la toma de barcos ucranianos por parte de Rusia y la detención de marineros ucranianos después de un enfrentamiento en el estrecho de Kerch en noviembre.
Las acciones de Rusia y la detención de los marineros ucranianos llevaron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a cancelar una reunión planificada con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, durante la cumbre del G20 en Argentina el año pasado.
Moscú ha continuado incrementando su presencia militar en la región, lo que ha llevado a Estados Unidos a hacer lo mismo.
Pero el máximo comandante de Estados Unidos en la región dice que no parece estar funcionando.
“Todavía no me siento cómodo con la postura disuasoria que tenemos en Europa”, dijo el general Curtis Scaparrotti a principios de este mes, advirtiendo que su comando enfrentaba deficiencias con respecto a las fuerzas terrestres y navales, así como en cuanto a recursos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.
“Lo que me preocupa es nuestra capacidad de inteligencia, vigilancia y reconocimiento debido a la creciente amenaza de Rusia. Necesito más inteligencia, vigilancia y reconocimiento”, agregó.
“A la luz de la postura de fuerza modernizadora y cada vez más agresiva de Rusia, EUCOM recomienda aumentar nuestras fuerzas asignadas y de rotación para mejorar nuestra postura de disuasión”, dijo Scaparrotti.
Esta semana, dos generales rusos dijeron que Moscú planea enviar bombarderos con capacidad nuclear y misiles de mediano alcance a la península, pero rápidamente se retractaron de sus declaraciones.
Aun así, la OTAN arremetió contra Rusia por su “amplia concentración militar en Crimea” y el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos dijo el lunes que la anexión de Moscú al territorio ucraniano “sigue siendo una amenaza para nuestros aliados regionales”.
Si bien las añejas críticas de Trump a la OTAN sobre los costos de distribución de la carga continúan sobre la alianza militar de 29 miembros, Estados Unidos aumentó su presencia militar en Europa durante su administración, ya que Washington y Europa intentan contrarrestar las acciones de Rusia en la región.
Trump se ha mostrado reacio a criticar públicamente a Rusia durante su mandato, pero el Congreso de Estados Unidos continúa introduciendo nuevas sanciones y actos dirigidos a Putin por varias afrentas, incluida la anexión de Crimea.
Pero eso ha hecho poco para disuadir a Putin de insistir en que el territorio ucraniano le pertenece a Rusia.
Putin viajó a Crimea esta semana y ante multitudes dijo que ha surgido una nueva Rusia poderosa que defenderá sus intereses.
Sin solución militar
El representante especial de Estados Unidos para Ucrania, Kurt Volker, dijo el lunes que “no hay una solución militar” a través de la cual Ucrania pueda reclamar Crimea.
“Eso sería un desastre militar. Llevaría a la pérdida de miles y miles de vidas. No es algo que nadie deba contemplar”, dijo Volker en el quinto aniversario de la anexión de Crimea por parte de Rusia.
“Entonces, no se recuperará por la fuerza”, dijo Volker durante una conferencia de prensa en video desde Bruselas, Bélgica.
Volker dijo que Estados Unidos estaría dispuesto a proporcionar ventas adicionales de armas “para ayudarles a desarrollar una capacidad de defensa fuerte, capaz y sostenible”. Dijo que “es posible” que Estados Unidos proporcione más sistemas antitanque, así como defensas aéreas y costeras.
Sobre la posibilidad de que Ucrania se una a la OTAN en un futuro cercano, Volker dijo que no podía predecirlo. Señaló que depende de “qué tan rápido Ucrania puede progresar” en temas como los estándares de democracia, anticorrupción y control civil de los militares, así como cuando la OTAN decide el momento adecuado para una invitación formal. Volker dijo que esperaba que Rusia no reaccionara duramente si eso sucediera.
Volker dijo que la comunidad internacional continuará sancionando a Rusia hasta que Crimea sea devuelta a Ucrania. También reviró las críticas de que Occidente es culpable de la anexión y dijo que Rusia era la única responsable.
“Lo que tenemos no es la falta de un formato apropiado. Lo que tenemos es la falta de voluntad política de Rusia”, señaló respecto al proceso político.
Jennifer Hansler y Ryan Browne de CNN contribuyeron a este informe.