(CNN) – Tres niñas en Burundi pasaron el fin de semana en la cárcel y se enfrentan a cinco años en prisión por dibujar sobre la cara del presidente en sus libros escolares, dijo Human Rights Watch a CNN.
Las niñas, todas menores de edad, fueron arrestadas la semana pasada y el lunes fueron acusadas de “insultar al jefe de Estado”, según el grupo de derechos humanos.
Se encuentran en prisión preventiva mientras esperan juicio por dibujar en el rostro del presidente Pierre Nkurunziza durante una de sus clases, dijo a CNN Lewis Mudge, director de Human Rights Watch para África Central.
Una niña de 13 años fue liberada por estar debajo de la edad de responsabilidad penal, mientras que otras cuatro arrestadas junto a las alumnas fueron puestas en libertad.
Mudge dijo que los libros de texto en el sistema escolar de Burundi a menudo se pasan de una clase a otra y, por lo tanto, es difícil saber quién dibujó sobre la imagen del presidente en primer lugar.
“Es ridículo que estemos en un punto en el que incluso tengamos que tocar o interpretar esto en una conversación. Se trata de niñas que fueron detenidas”, dijo.
CNN no pudo contactar al gobierno de Burundi para comentar sobre el caso.
Niños de edad escolar en Burundi ya han sido encarcelados en el pasado por delitos similares.
En 2016, agentes del Servicio Nacional de Inteligencia de Burundi arrestaron a ocho estudiantes de secundaria por supuestamente insultar a Nkurunziza al escribir frases como “Fuera” o “No al tercer trimestre” sobre una foto del presidente en un libro de texto, según Human Rights Watch.
El mismo año, cientos de niños fueron expulsados de varias escuelas por garabatear sobre el rostro del presidente en sus libros.
El presidente Nkurunziza, quien ha estado en el cargo desde 2005, fue reelegido para un tercer mandato en 2015 a pesar de protestas masivas e inquietudes sobre la legalidad de seguir en el cargo más allá de un segundo mandato.
Pero el tribunal constitucional de Burundi dictaminó que era elegible para un nuevo mandato porque para su primer periodo fue elegido por el parlamento, no por la gente.
Decenas de personas murieron durante los hechos de violencia que empañaron la elección de 2015.
Human Rights Watch dijo que el caso se estaba “convirtiendo rápidamente en el punto de referencia sobre una acción represora de la libertad de expresión desde 2015”.
La organización agregó que presionaría al gobierno de Burundi para liberar a las niñas.
Dijo que los estudiantes detenidos en 2016 habían sido liberados luego de la presión de la comunidad internacional tras su condena inicial.
“Burundi solía ser el punto de referencia en la región para la libertad de expresión y asociación, pero luego el presidente decidió cambiar la constitución para postularse a un tercer mandato”, dijo Mudge.
“Cuando vio la reacción violenta contra eso, la respuesta del presidente fue reprimir y limitar el espacio para disentir”.
Y agregó:” Estamos viendo las consecuencias de ese desenlace y, francamente, este caso es ridículo”.
Hace solo unas semanas, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo que la agencia se vio obligada a cerrar su oficina local que tenía 23 años bajo una presión concertada del gobierno de Burundi.