(CNN) – ISIS perdió su último bastión en Siria, anunciaron el sábado las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés), lo que pone fin al llamado califato declarado por el grupo terrorista en 2014.
Las Fuerzas Democráticas Sirias dijeron que derrotaron a ISIS y liberaron por completo la localidad de Baghouz, en el este de Siria.
“Las Fuerzas Democráticas Sirias declaran la eliminación total del llamado califato y el 100% de la derrota territorial de ISIS. En este día especial, recordamos a miles de mártires cuyos esfuerzos hicieron posible la victoria”, escribió Mustafa Bali, jefe de la oficina de prensa de las SDF.
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En su apogeo, ISIS controlaba una gran extensión de territorio que se extendía desde el oeste de Siria hasta las afueras de Bagdad, la capital de Iraq. Pero la batalla final se llevó a cabo en las últimas semanas alrededor de la pequeña ciudad de Baghouz, en Siria, a orillas del río Éufrates.
Una coalición de soldados kurdos y árabes respaldados por fuerzas especiales estadounidenses, británicas y francesas lanzó el último asalto al enclave de ISIS a principios de febrero.
Durante semanas, ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos han golpeado repetidamente partes de la ciudad mientras los combatientes de las SDF avanzaban sobre el terreno.
Antes de que comenzara la ofensiva, funcionarios de las SDF estimaron que quedaban 1.500 civiles y 500 combatientes de ISIS, pero a medida que se inició el asalto quedó claro que el número real era mucho mayor. La fase final de la batalla se retrasó para permitir que miles de civiles, junto con los militantes extranjeros de ISIS, salieran de la ciudad sitiada.
Entre los militantes que montaron la última resistencia en Baghouz estaban algunos de los miembros mejor entrenados y más experimentados que continuaban en ISIS, y las esposas e hijos de los combatientes fueron utilizados como escudos humanos.
Los comandantes de las SDF dijeron a CNN que sus combatientes habían enfrentado una feroz resistencia del grupo terrorista, que frenó la ofensiva con francotiradores, artefactos explosivos improvisados y misiles que siguen el calor. Los militantes también habían excavado una red de túneles subterráneos que les permitían moverse de casa en casa sin ser detectados.
La captura de Baghouz se produce casi tres meses después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendiera a los aliados de Estados Unidos, entre ellos las SDF en el terreno, al declarar que ISIS había sido derrotado en Siria y al anunciar que las tropas estadounidenses se retirarían rápidamente del país. La decisión provocó la renuncia del secretario de Defensa James Mattis y del funcionario superior del Departamento de Estado a cargo de la campaña contra el ISIS.
Los desarrollos también se producen más de cuatro años después de que el líder del grupo, Abu Bakr al-Baghdadi, anunciara la creación de un califato desde el púlpito de la mezquita al-Nuri en la ciudad iraquí de Mosul.
Durante el apogeo del grupo, se estimaba que 7,7 millones de personas vivían bajo el mandato de ISIS, de acuerdo con la Operación de Resolución Inherente (CJTF-OIR), el nombre oficial de la coalición que lucha contra ISIS. Muchas de esas personas pagaban impuestos, tarifas y multas a ISIS, lo que constituía una gran parte de los ingresos del grupo.
En años posteriores, los ingresos anuales del grupo se redujeron a la mitad: de unos US$ 1,9 mil millones en 2014 a un máximo de US$ 870 millones en 2016, según un informe reciente del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización y Violencia Política (ICSR) en el King’s College de Londres.
A pesar de la pérdida de territorio y fondos, un comité de monitoreo de la ONU estimó en julio de 2018 que ISIS seguía teniendo entre 20.000 y 30.000 miembros en Iraq y Siria.
En total, al menos 41.490 ciudadanos de distintos países viajaron a Siria e Iraq para unirse a ISIS, según el ICSR. Y los combatientes extranjeros continuaron llegando, sin interrupción: la coalición recientemente estimó que unos 50 llegaban cada mes.
¿Realmente se ganó la batalla contra ISIS?
Es posible que ISIS haya perdido su última porción de terreno en Siria, pero el grupo libra una nueva campaña de guerra de guerrillas en los territorios remotos del norte de Iraq. Y su bandera negra todavía es ondeada por seguidores en otros rincones del mundo, incluyendo Nigeria, Libia, la península del Sinaí en Egipto, Afganistán y Filipinas.
El comandante de Estados Unidos que lideró la guerra contra ISIS dijo en febrero que no estaba de acuerdo con la decisión de Trump de fines del año pasado de retirar los soldados de Siria, y dijo que el grupo terrorista estaba lejos de ser derrotado.
Joseph Votel, el principal general estadounidense en el Medio Oriente, advirtió: “(El califato) todavía tiene líderes, todavía tiene combatientes, todavía tiene facilitadores, todavía tiene recursos, por lo que nuestra presión militar continua es necesaria para seguir persiguiendo esa red”.
A mediados de febrero, un nuevo informe del Pentágono también parecía reforzar la idea de que la victoria total sobre ISIS no estaba en el horizonte.
El informe, el primero de su tipo desde que Trump anunció planes para retirar a todas las tropas de Siria, también dice que “ISIS sigue siendo un grupo insurgente activo tanto en Iraq como en Siria”.
“ISIS está regenerando funciones y capacidades clave más rápidamente en Iraq que en Siria, pero sin presión sostenida [contraterrorismo], es probable que ISIS resurja en Siria dentro de seis a doce meses y recupere un territorio limitado”, señala el informe.
Ben Wedeman de CNN informó desde el este de Siria. Lauren Said-Moorhouse redactó desde Londres. Eliza Mackintosh contribuyó con este informe.