(CNN) – Un joven de 18 años que se quejó de convulsiones en la sala de emergencias de un hospital en la India resultó tener parásitos en el cerebro. El caso fue publicado este jueves en el New England Journal of Medicine.
Los doctores Nishanth Dev y S. Zafar Abbas, del Colegio Médico y Hospital ESIC en Faridabad, informaron que el paciente, que apareció en la sala de emergencias con hinchazón en el ojo derecho, tenía convulsiones tonicoclónicas. Anteriormente conocidas como convulsiones de “gran mal”, estas alteraciones neuronales causan rigidez muscular y pérdida de conciencia.
Sus padres dijeron que su hijo había sentido dolor en la ingle derecha durante una semana. Un examen físico reveló que tenía dolores en el testículo derecho.
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Para aprender más acerca de su condición, el personal médico realizó un examen de resonancia magnética y vio el daño causado por los quistes en su corteza cerebral (el manto externo del tejido cerebral), así como el tronco cerebral, incluido el cerebelo, que se encuentra en la parte posterior de la cabeza por encima de la médula espinal.
Diagnóstico: neurocisticercosis, una enfermedad parasitaria del cerebro causada cuando alguien ingiere huevos de tenia que han pasado a las heces de alguien que tiene una tenia intestinal. Las larvas se arrastran fuera de los huevos hacia los tejidos musculares y cerebrales, donde forman quistes.
Los médicos también descubrieron quistes en el ojo derecho y el testículo derecho del paciente.
Debido a la cantidad y ubicación de los quistes, los médicos decidieron no tratar al joven con medicamentos antiparasitarios. Estos pueden empeorar la hemorragia cerebral y la inflamación al tiempo que conducen a la pérdida de la visión. En cambio, el paciente recibió un medicamento antiinflamatorio, dexametasona, más medicamentos antiepilépticos.
Dos semanas después de su llegada a la sala de emergencias, el paciente falleció, informaron Dev y Abbas.
Las infecciones por cisticercosis se producen en todo el mundo, aunque estas invasiones parasitarias del cuerpo humano ocurren principalmente en áreas rurales de países en desarrollo, donde se permite que los cerdos deambulen y donde las prácticas de saneamiento son deficientes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. Aunque estas infecciones pueden ser raras entre las personas que viven en países donde los cerdos no tienen contacto con las heces humanas, la cisticercosis se puede adquirir en cualquier parte del mundo, incluidos Estados Unidos y otras naciones occidentales.
Los síntomas dependen de la ubicación de los quistes. En ocasiones, se forman bultos debajo de la piel y, a veces, la confusión es el único signo del daño que se produce en el cerebro. Los síntomas pueden aparecer meses o incluso años después de una infección, generalmente cuando los quistes comienzan a morir y causan tejido inflamado.
En general, estas infecciones requieren medicamentos antiparasitarios combinados con medicamentos antiinflamatorios, pero la cirugía puede ser necesaria si el paciente no responde o para reducir la inflamación del cerebro. Los síntomas pueden requerir atención, incluso si la infección paralítica en sí ya no necesita atención o tratamiento.
Los pacientes con cisticercosis no pueden transmitir la enfermedad a otras personas. Solo las personas con una infección por tenia en el intestino pueden propagar los huevecillos potencialmente mortales cuando hace falta la higiene adecuada.