El primer ministro de Bélgica Charles Michel ofreció disculpas en nombre del gobierno de su país por las injusticias cometidas durante la era colonial en países de África Central.

(CNN) – Bélgica se disculpó el jueves por la separación forzosa de miles de niños nacidos de parejas de raza mixta durante su régimen de la época colonial en la República Democrática del Congo, Burundi y Ruanda.

El primer ministro Charles Michel emitió una disculpa formal durante una sesión plenaria en el Parlamento belga en Bruselas con decenas de personas afectadas observando desde la galería de visitantes.

Bélgica separó por la fuerza de sus familias a miles de niños de raza mixta, conocidos como “metis”, nacidos de colonos blancos y madres negras en estas naciones centroafricanas hacia el final de su gobierno colonial entre 1959 y 1962, según un informe de la ONU.

La Iglesia católica y otras instituciones criaron a estos niños.

“En nombre del Gobierno federal, reconozco la segregación dirigida y la política de secuestros forzados de los metis durante el régimen colonial sobre el Congo belga y Ruanda-Urundi”, dijo Michel usando los nombres con los que se conocía a los países afectados durante la era colonial.

“En nombre del Gobierno federal, me disculpo con los metis del período de la colonización belga y con sus familias por las injusticias y el sufrimiento por los que pasaron”.

En 2016, la Iglesia católica se disculpó por su papel en los secuestros.

La disculpa del primer ministro representa la primera vez que Bélgica asume la responsabilidad oficial por el daño que causó durante su gobierno colonial en África Central.

Sus comentarios se producen poco después de un informe preliminar publicado por el Grupo de Trabajo de Expertos de las Naciones Unidas sobre los Afrodescendientes luego de que expertos visitaran el país en febrero.

“Instamos al gobierno a emitir una disculpa por las atrocidades cometidas durante la colonización”, dice el informe.

“Hay pruebas claras de que la discriminación racial es endémica en las instituciones de Bélgica”, agrega.

“Las causas fundamentales de las violaciones actuales de los derechos humanos se encuentran en la falta de reconocimiento del verdadero alcance de la violencia y la injusticia de la colonización”.

El reinado de Bélgica en África Central duró desde 1800 hasta 1960, cuando el rey Leopoldo II explotaba el caucho y otros recursos.

Millones se vieron obligados a trabajar en condiciones severas por las que se cortaban extremidades si no se cumplían las cuotas de producción. Se cree que hasta 10 millones de personas habrían muerto en tan solo 20 años.