(CNN Español) – Sarah Sanders, secretaria de Prensa de la Casa Blanca, no tuvo problemas en decir que para el gobierno de Donald Trump es una opción trasladar inmigrantes a ciudades santuario.
En declaraciones a la cadena ABC, Sander aseguró que esa medida “es una opción sobre la mesa”.
“Ciertamente, esta no sería nuestra primera opción porque, idealmente, no estaríamos lidiando con la afluencia masiva de inmigrantes ilegales que cruzan la frontera”, indicó Sanders sobre la opción de las ciudades santuario. “La crisis que tenemos es tanto de seguridad nacional como humanitaria”, agregó la funcionaria de la Casa Blanca.
LEE: Donald Trump mostró lo bajo que caería en inmigración
Sanders dio a entender que esa y otras opciones estarían descartadas “si los demócratas intervinieran y ayudaran al presidente a arreglar las leyes”.
“Eso sería lo mejor para el país y esa sería la mejor manera de resolver esta crisis y solucionar el problema”, aseguró Sarah Sanders.
La opción de llevar a inmigrantes a las ciudades santuario se conoció tras la renuncia de Kirstjen Nielsen a la Secretaría del Departamento de Seguridad Nacional. Según una fuente allegada a Nielsen, la administración de Trump presionó a dicha secretaría para que liberara a los inmigrantes detenidos en la frontera sur en las llamadas ciudades santuario, en parte para tomar represalias contra los demócratas que se oponen a los planes del presidente Donald Trump para un muro fronterizo.
Trump personalmente presionó a la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, para que siguiera adelante con el plan, dijo la fuente. Nielsen se resistió y el equipo legal del Departamento finalmente realizó un análisis que destruyó el plan, que fue publicado por primera vez por The Washington Post.
La fuente dice que el asesor principal de la Casa Blanca, Stephen Miller, presionó personalmente a los altos funcionarios del Departamento para tratar de persuadirlos para que hicieran realidad el plan.
¿Qué son las ciudades santuario?
Ciudad santuario” es un término amplio para las jurisdicciones territoriales que tienen políticas diseñadas para limitar la cooperación o la participación en las acciones federales de aplicación de la ley de inmigración. Las ciudades, los condados y algunos estados tienen una serie de políticas informales, así como leyes reales que califican como posiciones de “santuario”.
La mayoría de las políticas se centran en no cooperar con la aplicación de la ley federal en las políticas de inmigración. Muchas de las ciudades más grandes de EE.UU. tienen versiones de esas políticas.
En 2015, más de 200 jurisdicciones estatales y locales no cumplieron con las solicitudes de Inmigración y Aduanas para detener a individuos, según dijo Sarah Saldaña, directora del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), en testimonio ante el Congreso, y un subgrupo de esas jurisdicciones se negó a dar acceso a sus cárceles y prisiones a ICE.
No hay una definición única para una ciudad santuario.
Por ejemplo, el Departamento de Policía de Los Ángeles dijo después de las elecciones de noviembre que continuaría su política de no permitir que la policía detenga a las personas únicamente para determinar su estatus migratorio, según el diario Los Angeles Times.
“San Francisco es una ciudad santuario y no renunciará a su compromiso de proteger los derechos de todos sus residentes”, dijo el alcalde de San Francisco Edwin Lee en enero de 2018 al anunciar una expansión a un fondo de la ciudad para proveer servicios legales a la comunidad inmigrante, documentados o no.
Chicago ha creado un fondo similar, al igual que Los Ángeles, y está bajo consideración en otras grandes ciudades, como Nueva York.