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(CNN) – Casi ocho años después de cerrar sus puertas tras un escalofriante legado de abuso de 111 años, la Escuela para Niños Arthur G. Dozier de la Florida sigue descubriendo secretos oscuros.

El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, escribió la semana pasada que se descubrieron “anomalías compatibles con posibles tumbas” en un sitio cerca de la desaparecida escuela de Marianna, Florida, durante una reciente limpieza de la contaminación del suelo.

La Dra. Erin Kimmerle, profesora de antropología de la Universidad del Sur de la Florida, dijo a CNN que una compañía que realiza pruebas de “radar de penetración en el terreno” (GPR) informó haber descubierto 27 anomalías en un área boscosa a unos 450 metros al norte del área donde su equipo encontró los restos de 51 niños en 2013.

Kimmerle dijo que el área está cerca de donde solía encontrarse una antigua granja de trabajo en los terrenos de la escuela.

Casi 100 niños murieron mientras estaban en la escuela, de acuerdo con los registros estatales y de la escuela, muchos como resultado de un trágico incendio en los dormitorios en 1914 y una epidemia de gripe mortal en 1918. Pero las circunstancias que rodearon a otras muertes siguen siendo un misterio y no queda claro quién está enterrado dónde.

Es demasiado pronto para saber si el descubrimiento más reciente es una tumba, dijo Kimmerle, y habrá más pruebas, según sea necesario.

Una escuela polémica

El Estado ha confirmado que los terrenos de la escuela contenían un sitio de entierro para estudiantes desconocidos.

En 2008, el gobernador Charlie Crist ordenó una investigación después de que un grupo de hombres conocidos como “los niños de la casa blanca” relataran historias de golpizas dentro de un pequeño edificio blanco en la propiedad. Los hombres compartieron historias de haber sido golpeados hasta quedar inconscientes o haber sido azotados hasta que su ropa interior se incrustaba en sus traseros.

Una investigación estatal que concluyó un año después encontró evidencia insuficiente de abuso en Dozier y determinó que no hubo actividad criminal o tratamiento abusivo relacionado con ninguna de las muertes. Los exalumnos siguieron contando historias de administradores abusivos, golpizas, asesinatos y desapariciones de otros alumnos.

El exadministrador de la escuela Troy Tidwell dijo en una deposición de 2009 que se llevaron a cabo “azotes”, pero nadie fue golpeado o asesinado.

El Departamento de Justicia Juvenil de Florida cerró la escuela en 2011, citando recortes presupuestarios.

Rich Phillips de CNN contribuyó a este informe.