(CNN Español) – Chile tiene más de 6.000 kilómetros de costa continua. Algo que muy pocos saben es que, si se cuentan los canales patagónicos y las orillas de los lagos, suman más de 80.000 kilómetros de costa. Por eso, ¡hay que verlo en persona!
Y si hay un territorio que ha sabido aprovechar su recurso costero es la Quinta Región de Valparaíso, donde se encuentran las conocidas ciudades costeras de Viña del Mar y Valparaíso. También su zona vinícola del Valle Casablanca y los pueblitos que van hacia el norte: Concón, Papudo y Zapallar. Pero estos destinos se extienden más allá del borde costero hacia el Archipiélago Juan Fernández y las islas polinésicas de Isla de Pascua y Rapa Nui.
Es mucho lo que tiene que ofrecer esta región tan variada y fresca de Chile.
Patrimonio Cultural de Valparaíso
Llegar a la Quinta Región de Valparaíso, a la ciudad portuaria que lleva su nombre, es adentrarse en los orígenes de la historia comercial de Chile.
Valparaíso fue el primer puerto del país, fundado en 1544 por Pedro de Valdivia. Allí anclaban grandes barcos y llegó a ser el más importante de la costa del Pacífico, antes de que existiera el Canal de Panamá. Cada día arribaban mercancía, marineros, embarcaciones; así como la primera ola de inmigrantes europeos que hicieron de estos cerros de Chile su nuevo hogar. Una ciudad ecléctica desde sus inicios y que con los años fue contando historias. Hoy sus residentes, los porteños, tratan de no olvidar su pasado glorioso.
Un pasado que parece imposible de olvidar al recorrer la Calle Prat, con su arquitectura imponente erigida a finales del siglo XIX; con la primera calle financiera de Chile, la bolsa de comercio y los primeros bancos del país. El casco histórico de la ciudad, junto a los funiculares, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Por su interesante pasado y su vibrante futuro, vale la pena intentar conocer a esta ciudad de 44 cerros.
Cerros, funiculares y el pan batido
¡Ten por seguro que recorrer los cerros y las gradas de la ciudad de Valparaíso te abrirá el apetito, y para aplacarlo, es recomendable hacerlo como los lugareños: con un pan batido!
Ese es el nombre con el que se conoce al pan francés o como lo dicen en el resto de Chile, a la marraqueta. Es el legado de los inmigrantes europeos que llegaron a Chile en los siglos XVIII y XIX.
Ahora, si quieres la versión más elaborada de este plato típico, es necesario rellenarlos con pescados, carne o pollo.
Destinos llegó a la sanguchería de Pan Batido, ubicado en la calle Altamirano Montt, para conocer los tres emparedados más pedidos, y por fin dar con este sabor tan gustoso.
+ EMBED Original Digital Pan Batido +
¡Mucho más que un puerto!
Si planeas unas vacaciones en Valparaíso no puedes excluir los deportes acuáticos y el disfrute de la zona costera.
Esto es lo que busca precisamente Tommy Elton, fundador del Club Puerto Deportivo Valparaíso. Dice que es desde esta “piscina salada” donde realmente es posible apreciar el Valparaíso patrimonial. “Con todas sus casas de colores, su subida impresionante, su escala, sus ascensores, y el sonido de la ciudad que solamente lo ves y lo escuchas desde acá”, dice refiriéndose al muelle Barón.
Por unos US$ 22 por hora, Tommy hace excursiones de dos horas en la Bahía de Valparaíso con un velero casi personal, ofreciendo así una experiencia singular y cercana con el mar de Chile.
Adrenalina por los aires de Maitencillo
Llegar a Maitencillo vale la pena. Se encuentra a unos 65 kilómetros al norte de Valparaíso y es conocido por ser un balneario exclusivo, que a la vez retiene su identidad de pueblo que preserva la pesca artesanal. La magia de Maitencillo está en que permite que coexista la calma junto a la adrenalina.
Con esto tiene mucho que ver el vicecampeón de parapente Victor “Bicho” Carrera.
Desde hace 20 años se lanza desde el icónico Cerro Tacna, al sur de la ciudad, dándole alas y medallas a su pasión. Pero no solo él se ha adueñado de este deporte extremo. Muchos extranjeros que vienen de Argentina y Brasil llegan a Chile para realizar parapente en el borde costero. “Hacer parapente en Maitencillo, es un ícono de la Quinta Región; en gran parte del norte como Iquique y también en Santiago”, afirma Carrera.
Y es comprensible el atractivo para los parapentistas: los vientos soplan lo suficientemente fuerte para planear a unos 10 kilómetros de distancia y en óptimas condiciones, es posible volar hasta 8 horas por día. Todo ante unos acantilados de película.
Son muchos los que llegan para verlos despegar y observar cómo tiñen el cielo de colores. Hay otros que se atreven a lanzarse en tándem o en dupla con el “Bicho”, vicecampeón de parapente. Conócelo mejor en esta entrevista personal con Destinos.
Entre cerros, playas, adrenalina, gastronomía y delicias del mar, la Quinta Región de Valparaíso seguro te hace volver.