(CNN) – Un golfista y un caballo se están recuperando luego de resultar heridos en dos ataques separados de gatos monteses en Connecticut, el jueves por la mañana.
Los ataques ocurrieron en Báltico, un pequeño pueblo cerca de la línea estatal de Rhode Island. El golfista resultó herido en el campo de golf Mohegan Sun y el caballo en una casa cercana.
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El golfista, en sus 60 años tardíos, estaba cerca del séptimo hoyo cuando fue atacado.
“Saltó sobre su espalda. Pudo quitárselo de encima con un palo de golf”, dijo el oficial del Departamento de Energía y Protección Ambiental de Connecticut, Chris Dwyer, a la afiliada de CNN, WFSB. “Él pensó que estaba muerto. Mientras se alejaba unos pasos, terminó saltando y alejándose de él”.
Otro miembro del equipo de golf logró expulsar al animal y el golfista atacado fue trasladado a un hospital para el tratamiento de sus laceraciones. Su condición es desconocida.
Los gatos monteses son comunes en Connecticut, pero normalmente son animales tímidos y discretos. Los ataques a los humanos son extremadamente raros, según el Departamento de Energía y Protección Ambiental (DEEP, por sus siglas en inglés).
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Antes del ataque en el campo de golf, el caballo de Loree Osowski fue atacado por un lince y sufrió laceraciones en el cuello y los ojos y está siendo atendido por un veterinario.
Osowski le dijo a WFSB que salió de la casa cuando ocurrió el ataque y comenzó a gritar para frustrar la agresión.
El gato montés escapó y ella llamó al 911. Su caballo recibió 16 puntos y algunas vacunas de refuerzo, pero se espera que esté bien.
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El DEEP rastreó y capturó un lince en el campo de golf. El animal fue sacrificado y está siendo examinado para ver si tenía rabia.
“En mis 20 años con el DEEP, solo he visto tres gatos monteses rabiosos, dijo Dwyer.” Son extremadamente agresivos, muy crueles cuando tienen el virus de la rabia. No digo que lo tenga, pero vamos a comprobarlo. Por lo general, ese tipo de incidentes están asociados con un animal enfermo”.
En Connecticut, el último incidente reportado fue en Bozrah, a unos 8 kilómetros de distancia de Báltico, a fines de agosto de 2014. Ese animal dio positivo en la prueba de rabia.
Rebekah Riess y Jessica Prater contribuyeron a este informe.