Washington (CNN) –Una jueza federal sentenció el viernes a la ciudadana rusa Maria Butina a 18 meses de prisión, luego de que ella se declaró culpable de intentar infiltrarse en los círculos políticos conservadores y promover los intereses rusos antes y después de las elecciones presidenciales de 2016.
Es la primera ciudadana rusa condenada por delitos relacionados con la elección de 2016, aunque sus esfuerzos por infiltrarse en los círculos republicanos parecen estar separados de la amplia campaña de intromisión de las elecciones del Kremlin que detalla el informe del fiscal especial Robert Mueller.
La activista de los derechos de posesión de armas de 30 años de edad ha estado encarcelada desde su arresto en julio y se le contarán los nueve meses que cumplió anteriormente. Será deportada a Rusia después de cumplir su condena.
“Esto no fue un simple malentendido por parte de una estudiante extranjera demasiado entusiasta”, dijo la juez Tanya Chutkan.
Chutkan dijo que Butina, quien estudió en la American University en Washington, trabajó en nombre de un funcionario ruso que era “sofisticado” y “peligroso”.
“La conducta fue sofisticada y penetró profundamente en las organizaciones políticas”, dijo Chutkan, apoyándose en la recomendación de sentencia del Gobierno y notando que las acciones de Butina tuvieron lugar cuando Rusia intentaba activamente interferir en el proceso democrático de Estados Unidos.
Butina habló durante cinco minutos en la audiencia del viernes, su voz se rompió a veces, ya que expresó arrepentimiento por su crimen y pidió perdón.
“Lamento profundamente este crimen”, dijo Butina. “Irónicamente, ha perjudicado mis intentos de mejorar las relaciones entre los dos países”.
“Vine a Estados Unidos no bajo órdenes sino con esperanza”, dijo Butina. “Busqué construir puentes entre mi patria y el país que crecí para amar”.
“Nunca quise lastimar a nadie”, dijo Butina.
Aunque los fiscales han admitido que Butina no es una espía en el sentido tradicional, argumentaron que su crimen podría haber puesto en peligro la seguridad nacional.
Butina se declaró culpable en diciembre de un cargo de conspiración por actuar como agente de un funcionario extranjero. Ella admitió usar sus contactos en los círculos políticos del Partido Republicano, en la Asociación Nacional del Rifle y en la organizcación del evento Desayuno de Oración Nacional para influir en las relaciones de Estados Unidos con Rusia.
Como parte de su acuerdo de culpabilidad, Butina ha cooperado ampliamente con el Gobierno. Una fuente familiarizada con la situación dijo que principalmente proporcionó información sobre su novio, el agente político del Partido Republicano, Paul Erickson, quien supuestamente estuvo involucrado en su plan.
Hasta ahora, Erickson no ha enfrentado cargos en Washington. Erickson fue acusado en febrero de cargos de fraude y lavado de dinero en otro caso en Dakota del Sur. Se declaró inocente de los cargos federales.
‘Todavía tengo una esperanza en mi corazón de regresar algún día’
El viernes, los fiscales llevaron a la corte a un antiguo oficial de contrainteligencia del FBI que estaba preparado para testificar acerca de cómo las acciones de Butina representan “un daño potencial grave para Estados Unidos”.
El funcionario, Robert Anderson, no habló en la audiencia, pero Chutkan hizo múltiples referencias a una declaración jurada que había presentado cuando ella sopesó la gravedad de los tratos de Butina.
Un asistente del fiscal de EE. U., Erik Kenerson, dijo que Butina trabajó con un funcionario ruso como “conducto” para enviar información al Gobierno ruso, y enumeró varios ejemplos de que la defensa no había discutido sus informes, incluida una lista de posibles secretarios de Estados nominados que ella había enviado de vuelta.
Kenerson también describió cómo Butina organizaría cenas con estadounidenses influyentes para practicar y “ajustar su discurso” para obtener información útil.
Alfred Carry, uno de los abogados de Butina, minimizó el significado de las cenas que Butina había organizado.
“Fueron intercambios culturales” donde personas, incluidos artistas y filántropos, se reunieron y “hablaron de paz”, dijo.
Dijo que Butina, antes de su arresto, había planeado quedarse en EE.UU. y actuar como “consultora” en asuntos entre el país y Rusia.
En su declaración ante el tribunal, Butina repitió esos deseos y dijo: “Todavía tengo una esperanza en mi corazón de regresar algún día a este país, pero sé que este deseo es sólo un sueño”.
Marshall Cohen de CNN contribuyó a este informe.