(CNN) – Meg Boggs tiene la misión de redefinir la percepción pública del cuerpo de una mujer tras el parto.
Si ella pudiera decir a las mamás dos cosas para iniciarlas en un viaje de amor propio sería “mirarse en el espejo” y “meter en la foto a sus hijos”. La madre y bloguera dice que se negó a estar en fotos los primeros meses de la vida de su hija. “Me arrepiento tanto de no haber estado en las fotos con ella. Es muy importante y tienes que pensar en tus hijos, ellos te van a querer en las fotos con ellos”.
‘Sentí como si mi viaje y mi cuerpo después del parto no contaran’
En 2018, Boggs era la mamá primeriza de un bebé de 7 meses y tenía problemas con una imagen negativa de su cuerpo. Como mujer de talla grande, sintió que no se parecía a otras mujeres embarazadas o en periodo posparto en las redes sociales. Comenzó durante el embarazo: “Vería imágenes de una barriga perfecta y no me identificaba con eso porque definitivamente no tenía una barriga perfecta”. Boggs buscaría imágenes con las que pudiera relacionarse en línea, pero no encontró ninguna, lo cual fue desolador. “Sentí como si mi cuerpo y mi proceso después del parto no contaran”.
En un intento de conectarse con mujeres similares, comenzó a bloguear en MegBoggs.com, publicó su primera foto después del parto en Instagram y se preparó para ver cómo reaccionaría Internet. “Para mi sorpresa, mis mensajes se inundaron de positividad y cosas como ‘Necesitaba esto hoy’. Fue entonces cuando esta idea comenzó a abrirse camino en mi corazón”, dijo Boggs.
Esta semana fue la culminación de un trabajo de amor en el que reclutó a 25 madres para que compartieran sus experiencias con problemas de imagen corporal, depresión y ansiedad posparto, pérdida infantil y dolor usando el hashtag #This_is_postpartum en Instagram.
‘Estaba bien necesitar un poco de ayuda’
Una de las mujeres con las que Boggs se unió fue Ashley Dorough, de houseofdorough.com. Para Dorough, esta campaña fue una oportunidad para que otras mujeres sepan que no están solas. Luchó contra la ansiedad y la depresión después de que su hija mayor naciera con un defecto cardíaco congénito. “Mi principal objetivo todos los días fue mantenerla viva y experimentar cada día con ella al máximo”, dijo Dorough. Un par de años después, tras el nacimiento de su segunda hija, experimentó depresión posparto, algo que afecta a una de cada nueve mujeres. “Sentí que estaba en modo de supervivencia todo el tiempo, lo cual es normal hasta cierto punto, pero luego comenzó a convertirse en ira y supe que realmente no era yo, no soy una persona enojada”, dijo.
Habiendo visto a otras blogueras expresarse abiertamente sobre sus experiencias con los antidepresivos, la hizo sentirse autorizada para hablar con su obstetra. “Mi médico me dijo que estaba bien que necesitara un poco de ayuda en este momento y realmente me apoyó”, dijo Dorough. La combinación de terapia y medicamentos ha sido un “cambio completo” para ella en el último mes y su sinceridad al respecto incluso ha llevado a una de sus lectoras a buscar ayuda en su propio médico.
#This_is_postpartum también sirve como una plataforma para que Dorough aliente a otras mujeres a profundizar en lo que es realmente importante y comenzar el proceso del amor propio desde adentro hacia afuera. “Cuando me miro en el espejo ahora mismo, en este estómago, siento que mi cuerpo está un poco destruido. Solo quiero que las mujeres sepan que es normal sentirse de esta manera pero no tiene que definirte”. Quiere que sus hijas crezcan sabiendo que su apariencia no es igual a su valor.
Ella las llama sus “heridas de esperanza”
Desiree Fortin sabía que estar embarazada de trillizos iba a cambiar su cuerpo, pero se dijo a sí misma que no le importaba. Después de luchar contra la infertilidad, creía que nada importaba más que el hecho de que iba a ser madre. Cuando sus bebés nacieron, concebidos mediante fertilización in vitro, o FIV, se dio cuenta de que “mi cuerpo cambió más de lo que esperaba. Había mucha piel adicional, había estrías que cubrían todo”. Sabía que debía haber un cambio de perspectiva. Fortin comenzó a escribir y hablar sobre abrazar su cuerpo.
Una experiencia tan dolorosa como la infertilidad ayudó a Fortin a enfocar su perspectiva, sabiendo que hay mujeres que van en el mismo viaje que ella, deseando tener estrías y piel extra. “Son el mapa de ruta hacia mi maternidad. Son una representación de mis tres bebés milagrosos que no tendría si no hubiese atravesado por la infertilidad y tuviera tres seres humanos al mismo tiempo”, dice Fortin, quien agrega que esta perspectiva le ayudó a encontrar la belleza en cada una de las estrías de su cuerpo. Ella las llama “heridas de esperanza” porque representan “cosas por las que oré y que anhelé”.
Pese a que algunas de las reacciones a estas fotos han sido cuestionadoras, Fortin se mantiene concentrada en la razón por la que está haciendo esto en primer lugar, para empoderar a las mujeres a que se amen y compartan sus historias. “Es como si se hiciera una conexión porque estás siendo vulnerable. Es tan hermoso que llena mi corazón y me recuerda por qué las estoy compartiendo”.
‘Son hermosas, no importa lo que la sociedad les diga’
Bethanie García se inspiró en su esposo e hijos para ver su cuerpo como si fuera perfecto. “Una vez que me obligué a creer que soy hermosa, comencé a ver todo bajo una luz diferente y comencé todo ese viaje de amor propio y autoestima”, dijo la madre de cuatro hijos. García quiere ayudar a crear un mundo en el que sus hijas puedan sentirse hermosas sin estándares inalcanzables. Quiere que las mujeres sepan que “son hermosas, no importa lo que la sociedad les diga o su aspecto”.
Antes de que naciera su cuarto hijo, García sufrió un aborto espontáneo durante el primer trimestre. La pérdida no solo fue física y emocionalmente traumática, sino que dice que creó una sensación de fracaso. El aborto espontáneo es común: alrededor del 10% de todos los embarazos terminan en aborto involuntario, pero García dice que a pesar de que sabía esto, todavía sentía que su cuerpo le había fallado.
Decidió publicar sobre su pérdida y recibió miles de mensajes de mujeres que decían que habían sentido vergüenza o fracaso debido a sus propios abortos involuntarios. García escuchó de mujeres que nunca le habían dicho a nadie más que a sus parejas, “La respuesta me ayudó a sentirme mucho menos sola”.
‘Son esos mensajes los que me recuerdan que vale la pena’
Para Meg Boggs y estas 25 mujeres, la única manera de normalizar las experiencias después del parto es ser transparentes, directos y continuar la conversación. A veces, hay personas que intentan abatirlos y causarles dolor con sus palabras, pero Boggs dice que “puedo obtener cientos de comentarios negativos, pero hay un mensaje que recibiré, incluso si es solo uno que diga ‘Esto es lo que necesitaba ver hoy, son esos mensajes los que me recuerdan que vale la pena”.