(CNN) – Las conversaciones sobre brexit entre el gobierno de la primera ministra británica Theresa May y el opositor Partido Laborista se han roto, lo que ha sumido a Reino Unido a un desorden político.
El líder laborista Jeremy Corbyn dijo este viernes que las negociaciones “llegaron tan lejos como pudieron” y que las dos partes no pudieron salvar “importantes brechas políticas entre nosotros”.
Las conversaciones, que han durado casi dos meses, se convocaron en un intento de acordar un plan de brexit que pudiera tener la posibilidad de ser aprobado por el fracturado Parlamento británico. Pero la perspectiva de un acuerdo se desvaneció a medida que los legisladores de ambos lados se irritaban con el proceso.
May se vio obligada a indicar que se retirará pronto como líder del Partido Conservador, lo que hace que sea aún menos probable que el Laborismo esté motivado a ayudarla.
Ahora queda menos claro que nunca cómo será el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea, tres años después de que los británicos otorgaran, con una votación muy cerrada, un mandato para la salida de su país en un amargo referéndum. La última fecha límite acordada con la Unión Europea es el 31 de octubre, pero actualmente parece haber pocas posibilidades de que un plan presentado por el Gobierno conservador gane la mayoría en la Cámara de los Comunes.
En una carta a May, Corbyn culpó del colapso de las conversaciones a la fragilidad del gobierno de la primera ministra y advirtió que incluso si se llegaba a un acuerdo, su sucesor podría simplemente romperlo. “La creciente debilidad e inestabilidad de su gobierno significa que no puede haber confianza en asegurar lo que se pueda acordar entre nosotros”, escribió.
May, a su vez, señaló las divisiones propias de Partido Laborista sobre el brexit. “No hemos podido superar el hecho de que no hay una posición común en los laboristas sobre si quieren hacer efectivo el brexit o celebrar un segundo referéndum que podría revertirlo”, dijo en un evento de campaña antes de las elecciones europeas de la próxima semana.
La reticencia de Corbyn a exigir un nuevo referéndum como condición para respaldar un acuerdo sobre el brexit ha enfurecido a la facción de su partido que está a favor de permanecer en la Unión Europea. Mientras tanto, el intento de May por cruzar al otro lado había enfurecido al grupo probrexit de línea dura en su bloque.
El colapso de las negociaciones asegura que la crisis política de Gran Bretaña sobre el brexit se prolongue. May planea presentar su acuerdo de retiro original a los legisladores por cuarta vez a principios de junio, y los votos también pueden darse en un conjunto de opciones alternativas. Los parlamentarios ya han rechazado el acuerdo tres veces y las posibilidades de que se apruebe en el cuarto intento parecen tan escasas como siempre.
El 16 de mayo se confirmó que May delinearía un calendario para su partida después de la votación de junio, independientemente del resultado. Eso significa que el Partido Conservador celebraría una elección para elegir a un nuevo líder, y, por defecto, un nuevo primer ministro en los próximos meses, lo que probablemente traiga consigo una nueva ronda de incertidumbre política.