(CNN) – Después de 1.095 días y más de 120.000 kilómetros en la carretera, Mikah Meyer está en casa, después de haber cumplido su sueño de visitar los 419 parques nacionales de los EE. UU. en un solo viaje agotador.
Meyer, de 33 años, partió hace tres años en un ambicioso viaje por carretera en honor a su difunto padre, dejando atrás su vida en Washington y estableciendo su residencia en una camioneta de carga.
“La vida es demasiado corta para retrasar tus sueños”, dice Meyer. Es un mantra que se repetía a sí mismo mientras se aventuraba en solitario por todo Estados Unidos.
Afirma ser la única persona que ha visitado todos los parques nacionales de EE.UU. en un solo viaje.
Meyer tenía solo 19 años cuando su padre, un pastor luterano, murió de cáncer. Días después del funeral, Meyer dice que realizó su primer viaje por carretera, solo como una manera de llorar y pasar el duelo. Él y su padre habían viajado juntos en numerosos viajes por carretera, dice Meyer.
La vida en una van, y con presupuesto limitado
El viaje de tres años, aunque emocionante, estaba lejos de ser lujoso. Incluso después de ahorrar para el viaje de los 20 a los 30 años, todavía no tenía suficiente dinero para el momento en que estaba listo para comenzar. Para estirar sus limitados fondos, durmió en su camioneta, que estaba equipada con una cama y una nevera con energía solar.
La vida en una van no es “tan atractiva como lo que ves en las redes sociales”, dijo. Pasó gran parte de su tiempo coordinando en la logística y buscaba siempre el wifi de bibliotecas públicas y restaurantes de comida rápida.
No menos importante entre las dificultades que enfrentó en el camino: la soledad. Ha sido “muy difícil para la mente” estar alejado de la familia y los amigos durante tres años.
Honrando a su padre
Durante su viaje, Meyer escuchó historias sobre su padre de amigos y colegas. Algunos incluso se acercaron a Meyer para cantar en sus iglesias cuando él estaba de visita.
Fue gracias a los feligreses de esas iglesias que donaron fondos que Meyer podía permitirse continuar.
“Este viaje ha sido una bendición de muchas maneras”, dice Meyer.
Meyer dice que sintió el espíritu de su padre, especialmente durante una visita al Dinosaur National Monument en la frontera entre Utah y Colorado. En el parque, Meyer se encontró con un ganso canadiense salvaje que lo seguía todo el día.
“George the Goose” se negó dejar a Meyer, incluso desafiando a los rápidos ríos para mantenerse cerca de él. (Los gansos tienen un significado simbólico en el luteranismo, dice Meyer).
Una meta cambiante
Meyer documentó su viaje en Instagram, a menudo posando con una bandera del orgullo gay frente a los paisajes icónicos de Estados Unidos o sonriendo en una selfie frente a una puesta de sol.
En cada sitio, realizó excursiones y pasó el tiempo acampando, haciendo rafting, caminando o haciendo snorkeling.
Durante los momentos de tranquilidad, escribió sobre cada uno de sus destinos, y planea finalmente lanzar un ranking completo de los 419. Cuando comenzó, solo había alrededor de 400 sitios oficiales de parques nacionales. Ese número aumentó a 419. Ahora bromea que la próxima vez que haga un plan audaz no va a elegir “una meta cambiante”.
Un final apropiado para el viaje
Meyer llegó a Washington DC el 29 de abril, cerrando el ciclo en un viaje épico de tres años exactos después de su inicio. Su regreso coincidió con el aniversario número 14 de la muerte de su padre.
Para el siguiente capítulo, Meyer planea mudarse de regreso a Nebraska, de donde es, y dice que quiere continuar con “muchas más” aventuras que espera que continúen inspirando a las personas a vivir sus sueños.
Mirando hacia atrás, dice, desea que hubiera deseado que su padre lo hubiera acompañado, pero cree que él “estaría muy orgulloso”.