(CNN) – La canciller de Alemania, Angela Merkel, dijo que “hay trabajo por hacer” en Alemania para enfrentar a las fuerzas oscuras que están encontrando apoyo allí y en otras partes del mundo.
“En Alemania, obviamente, siempre hay que verlas en un contexto determinado, en el contexto de nuestro pasado, lo que significa que tenemos que estar mucho más vigilantes que otros”, dijo.
Hablando en exclusiva con Christiane Amanpour de CNN un día después de las elecciones europeas, en las que los nacionalistas no pudieron cumplir con un previsto aumento a su apoyo, Merkel dijo que debemos enfrentar “a los espectros del pasado”.
“Tenemos que decirle a nuestros jóvenes lo que la historia nos ha dejado a nosotros y a los demás”.
En los últimos días, un importante funcionario del gobierno advirtió a los judíos alemanes que no usaran kipas en público, luego de un aumento en los ataques antisemitas. Al abordar el aumento del antisemitismo, Merkel dijo que Alemania, “desafortunadamente, siempre ha tenido un cierto número de antisemitas entre nosotros”.
“Hasta el día de hoy no hay una Sinagoga ni una sola guardería para niños judíos, ni una sola escuela para niños judíos que no necesite ser vigilada por policías alemanes”, agregó.
Merkel, quien ha sido canciller durante más de 13 años y sobrevivió a muchos líderes mundiales, ha asumido gran parte de la culpa de la ola populista en Europa, y algunos relacionan el apoyo al partido anti-Islam de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD ) con su manejo de la crisis de los refugiados en Europa.
La canciller defendió nuevamente su decisión de permitir que casi un millón de refugiados ingresaran a Alemania y dijo que la mejor manera de manejar la inmigración después de las crisis humanitarias, como las de Siria e Irak, no era “aislarnos unos de otros”, sino ser más “vigilantes” para asegurarse de que los refugiados que huyen de estos países estén “suficientemente atendidos”.
El hecho de que el aumento de la extrema derecha previsto en las elecciones europeas de la semana pasada no se haya producido se atribuye en gran medida al mayor apoyo a los partidos ecologistas y liberales de la Unión Europea y al aumento de la participación en todo el bloque.
En Alemania, el Partido Verde terminó segundo detrás de la Unión Demócrata Cristiana de Merkel.
La Canciller dijo que estaba “contenta de que haya más personas que asistieron a las elecciones que en las últimas elecciones europeas”, pero reconoció que el desempeño de los Verdes “tiene que ver con los temas que más les interesan en estos días, por ejemplo, el cambio climático, y eso, por supuesto, también es ahora un desafío para mi partido”.
Merkel ha sido criticada por su dependencia al carbón y por ceder ante la presión de la industria alemana, atendiendo a sus necesidades más que a las del medio ambiente. Esto puede parecer extraño, dado que Merkel fue conocida en el pasado como “la canciller del clima” debido a su apoyo público a las iniciativas de energía verde y limpia. De hecho, fue una de las críticas más abiertas de la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirarse del acuerdo climático de París.
De su relación con Trump, Merkel respondió a una pregunta sobre la percepción pública de que ella es vista como un saco de boxeo para el presidente estadounidense y reconoció que han “tenido debates polémicos” pero que han logrado encontrar un “terreno común” cuando era necesario
Dijo que todos los cancilleres alemanes tenían la “obligación” de forjar una relación con el presidente de Estados Unidos.
“Una de las decisiones más importantes que Estados Unidos tomó después de la II Guerra Mundial, para dar a Alemania y Europa la oportunidad de desarrollarse por sí mismos, bueno … Eso se logró con el Plan Marshall. Estados Unidos siempre nos ha defendido”, dijo Merkel.
Es plenamente asumido que Merkel tenía una mejor relación con el predecesor de Trump, Barack Obama. Pero Merkel reveló a CNN que su relación con el expresidente “no comenzó muy bien” y que “al principio no fue tan fácil”.
Recordó el discurso que Obama pronunció en la Puerta de Brandenburgo y dijo: “Me criticaron mucho cuando él quería hablar en Berlín frente a la Puerta de Brandeburgo, pero dije que todavía no era el presidente. Y solo los presidentes pueden hablar allí”.
Hablando de otro expresidente de Estados Unidos, Merkel habló sobre la imagen viral en la que se ve al presidente George W. Bush dándole lo que parecía ser un masaje en el cuello en una reunión en 2006 en Rusia. La canciller calificó la acción tan comentada como un “gesto amable en ese momento, de amistad” del entonces presidente.
Merkel está casi a la mitad de su cuarto y último mandato como canciller. Reflexionando sobre sus casi 15 años como líder de una de las naciones más poderosas del mundo, como la política más poderosa de Europa y, posiblemente, la mujer más poderosa del mundo, habló de la responsabilidad que sentía hacia las mujeres y las niñas que la admiran.
Cuando se le preguntó si se veía a sí misma como feminista, la canciller dijo que, como se le había hecho esa pregunta anteriormente, la reina holandesa Máxima la ayudó a encontrar su propia definición de feminismo.
Dijo que la reina le explicó que el feminismo significaba que “las mujeres tienen los mismos derechos en todas partes y eso es paridad … de la política a los medios de comunicación, a la comunidad empresarial, ese debe ser nuestro objetivo, todavía no lo hemos alcanzado”.
“Para muchas niñas, aparentemente, me he convertido en un modelo a seguir durante mi época en la cancillería”, agregó. “Necesitamos más mujeres en estas posiciones relevantes y eso significa que los hombres tienen que cambiar su forma de vida”.
El periodo final de Merkel como canciller finaliza en 2021 y los partidarios de su tipo de política temen que este vaya de salida, ya que el populismo tanto de izquierda como de derecha erosiona el centro político.
Merkel rechazó enérgicamente ceder cualquier terreno a las fuerzas populistas, y en cambio dijo que era necesario demostrar “por qué estamos a favor de la democracia, por qué tratamos de encontrar soluciones, por qué siempre tenemos que ponernos en los zapatos de la otra persona, por qué enfrentamos la intolerancia, por qué no mostramos tolerancia a las violaciones de los derechos humanos”.
Inmediatamente después de las elecciones europeas, en las que el Partido Popular Europeo (PPE) de centro-derecha vio su dominio erosionado, la importancia del pragmatismo de Merkel no está clara. Sobre todo porque su centrismo democristiano se encuentra actualmente en el centro de la visión del PPE para el futuro de Europa.
Mientras Merkel se prepara para dejar el cargo, podría encontrar que quienes la reemplacen eliminen su legado no solo en Alemania, sino en todo el continente que ha dominado durante tanto tiempo.