(CNN) – La rapera Iggy Azalea desactivó sus cuentas de Instagram y Twitter después de que salieran a la luz fotos suyas en toples que, dijo, la hicieron sentirse “violada”.
Las imágenes aparecieron en línea durante el fin de semana y Azalea dijo en una nota ya eliminada en las redes sociales que eran de una sesión de la revista GQ 2016.
“No había ninguna razón para que alguien haya mantenido las tomas del rodaje”, escribió. “Estoy sorprendida y enojada de que no se eliminaron inmediatamente después de seleccionar las imágenes finales”.
Una historia de 2016 en el sitio de Australia de GQ titulada “Iggy Azalea le regala a su cirujano plástico una foto toples firmada” muestra una foto de la rapera australiana con sus manos colocadas estratégicamente sobre sus senos.
Azalea escribió en su nota: “Muchas mujeres de alto perfil han sido fotografiadas para la portada de GQ con una mano colocada estratégicamente, etc., cubriendo sus senos”.
“Siempre sentí que eran portadas muy hermosas, así que aproveché la oportunidad”, escribió. “No había visto filtraciones de las portadas de otras mujeres, así que me sentí cómoda (en un set cerrado) al modelar para una revista tan reconocida sabiendo que solo las imágenes con mis manos que cubren [mis senos] se considerarán para publicar”.
Azalea dijo que era “una bola de emociones negativas”.
“Me siento engañada, avergonzada, violada, enojada, triste y un millón de otras cosas”, decía su nota. “No solo porque no lo he consentido, sino también por la forma vil en que las personas han reaccionado”.
La estrella de “Fancy” juró una acción legal contra quienquiera que filtró las imágenes.
Nino Muñoz, el fotógrafo que tuvo la asignación de GQ, publicó una nota en Instagram el lunes sobre la controversia.
“Mi corazón está con cualquiera que haya sido afectado por esta situación”, escribió. “Estoy completamente indignado y no descansaré hasta que se haga justicia”. Muñoz dijo que una investigación sobre la filtración está en curso.
GQ Australia proporcionó a CNN una declaración de su editor, Michael Christensen.
“Nos sentimos muy decepcionados al saber que tomas de una sesión fotográfica de 2016 que no fueron aprobadas o destinadas a publicación fueron robadas a los fotógrafos”, se lee en el comunicado. “Entendemos que se está realizando una investigación y nos unimos a la condena por la publicación de estas imágenes”.