Una panadería local dijo que una decana del Oberlin College repartía volantes que decían que el negocio era racista.

(CNN) – Un jurado de Ohio le ordenó a la universidad Oberlin College que pague 11 millones de dólares a una panadería que dice que fue difamada y acusada injustamente de singularización racial contra estudiantes.

El caso se deriva de los arrestos en noviembre de 2016 de tres estudiantes negros de Oberlin en la panadería Gibson’s Bakery and market, cerca del campus de la universidad en Oberlin, Ohio.

Un estudiante, Jonathan Aladin, fue acusado de intento de robo por supuestamente intentar “robar vino u obtener ilegalmente vino de otra manera” de la panadería, según una demanda por difamación. Finalmente confesaría en una declaración escrita que buscaba comprar alcohol ilegalmente.

Otros dos sospechosos, Cecelia Whettston y Endia J. Lawrence, fueron arrestados y acusados de delitos menores, según los documentos del tribunal.

Después de eso, los miembros del equipo de Oberlin trataron de desacreditar a la panadería de propiedad familiar, dice la demanda. El personal de Oberlin College, incluidos decanos y profesores, y los estudiantes participaron en manifestaciones frente a Gibson’s Bakery luego de los arrestos de los tres estudiantes, según la demanda.

La tienda dijo que la difamación y los boicots de Oberlin han tenido un "efecto devastador en Gibson's Bakery y en la familia Gibson".

La demanda también indica que la vicepresidenta y decana de estudiantes de Oberlin, Meredith Raimondo, y otros miembros del personal de la universidad “entregaron cientos de copias” de un volante a la comunidad y los medios de comunicación, indicando que Gibson’s Bakery y sus propietarios fueron prejuiciosos y discriminaron a los tres estudiantes.

Los documentos de la corte incluyen una copia del folleto, que incluye las palabras “NO COMPRAR”.

“Este es un establecimiento RACISTA con una CUENTA LARGA de SINGULARIZACIÓN RACIAL y DISCRIMINACIÓN”, se leía en el folleto, según la demanda.

El folleto también enumeró a 10 de los competidores de la panadería e instó a los clientes a comprar allí.

Luego, en noviembre de 2016, según la demanda, Oberlin College dijo que había roto sus lazos comerciales con Gibson’s Bakery. La tienda había provisto productos horneados para los servicios de comidas de la entidad educativa a través de terceros.

Aunque esos vínculos comerciales se restablecieron tres meses después, la tienda ya había sufrido graves consecuencias, dijo la demanda.

Los efectos combinados de la “difamación, los boicots, las manifestaciones y la negativa a hacer negocios con Gibson Bakery tenían un efecto devastador en Gibson’s Bakery y en la familia Gibson”, declaró la demanda.

En agosto de 2017, nueve meses después de que los tres estudiantes fueran arrestados, los tres se declararon culpables de intento de robo y allanamiento agravado.

En una declaración escrita, Aladin confesó haber usado una identificación falsa para tratar de comprar alcohol cuando un empleado de la tienda trató de detenerlo.

“Este desafortunado incidente fue provocado por un intento de comprar alcohol”, escribió Aladin, según documentos judiciales. “Creo que los empleados de Gibson no tenían motivaciones raciales. Simplemente estaban tratando de evitar una venta a menores”.

Este viernes, un jurado determinó que Oberlin College es responsable por difamación, infligir angustia emocional intencional e interferencia intencional en las relaciones comerciales.

En un correo electrónico a CNN, un portavoz de Oberlin College declinó hacer comentarios sobre el veredicto.

Pero Donica Thomas Varner, vicepresidenta y consejera general de Oberlin, escribió una carta a los miembros de la comunidad de Oberlin.

“Estamos decepcionados con el veredicto y lamentamos que el jurado no esté de acuerdo con la evidencia clara que presentó nuestro equipo”, decía la carta.

“Ni Oberlin College ni la decana Meredith Raimondo difamaron a una empresa local o a sus dueños, y nunca respaldaron las declaraciones hechas por otros. Más bien, la institución y la doctora Raimondo trabajaron para garantizar que se protegiera la libertad de expresión de los estudiantes y que las manifestaciones de los estudiantes eran seguras y legales, y trataron de ayudar a los demandantes a reparar cualquier daño causado por las protestas de los estudiantes”.

No está claro si Oberlin apelará el costoso veredicto.

“Nuestro equipo revisará el veredicto del jurado y determinará cómo avanzar”, escribió Varner.