El Hotel TWA se encuentra en lo que era la antigua terminal de la extinta aerolínea TWA en el aeropuerto JFK en Nueva York

(CNN Español) – En 1962, el arquitecto Eero Saarinen inauguró la terminal con corte futurista de la entonces aerolínea Trans World Airlines (TWA), en el aeropuerto John F. Kennedy, de Nueva York. TWA fue comprada, en 2001, por American Airlines, ya que buscaba ser la aerolínea número 1 en Estados Unidos.

De esta manera, la terminal en el aeropuerto JFK quedó en el abandono total. A principios de 2011, la Autoridad Portuaria de Nueva York (Port Authority) emitió una solicitud de propuestas para transformar la Terminal TWA en un hotel  de gran nivel. Tras varios años en remodelación, el grupo hotelero MCR and MORSE Development inauguró, en mayo pasado, el TWA Hotel, con 512 habitaciones con vistas a las pistas de despegue y aterrizaje, seis restaurantes, un bar en un avión y una alberca infinita en la azotea del edificio central, entre otros tantos servicios.

Tyler Morse, presidente ejecutivo de MCR and MORSE Development, habla de cómo fue que se tomó la iniciativa para la construcción de este hotel: “Siempre me ha gustado el Centro de Vuelo TWA, del arquitecto Eero Saarinen, y cuando leí una historia en el periódico New York Post de que la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey estaban interesadas en transformarla en un hotel, supe que MCR era el desarrollador  indicado del proyecto”.

El lobby del hotel se encuentra en lo que era el área de documentación de la antigua terminal 5

Aunque la línea aérea ya no existe y es un solo recuerdo para quienes llegaron a volar en ella, se busca llegar a nuevas generaciones: “A través de las exposiciones de nuestros museos en el hotel, los huéspedes recuerdan los días de gloria de Trans World Airlines, que fue la mejor aerolínea de Estados Unidos. Parece que a las generaciones más jóvenes les encanta ver cómo han cambiado las cosas desde 1962”, asegura Morse.

¿Cuáles serían las 5 mejores experiencias que este hotel tendría para convertirlo en el lugar más atractivo para visitar y quedarse?

La piscina

Inspirada en la piscina de borde infinito del Hotel du Cap-Eden-Roc en Cap d’Antibes en Francia. Está ubicada en la azotea del edificio con una plataforma de observación de la famosa Pista de la Bahía: con más 14.511 pies de largo, casi 4,5 km. “Aquí los huéspedes podrán disfrutar de los aviones desde la piscina infinita de la azotea del TWA Hotel, que da a las pistas más transitadas del aeropuerto JFK” afirma Tyler Morse.

La piscina "infinita" tiene vista a las pistas de despegue y aterrizaje 13 Derecha y 31 Izquierda.

El restaurante Jean-Georges

El chef de renombre mundial Jean-Georges Vongerichten es la cabeza de este restaurante. Los platillos están inspirados en los menús históricos de diversos vuelos de Trans World Airlines. Vongerichten ha sido galardonado con varias estrellas Michelin a lo largo de 14 años y opera 36 restaurantes, entre ellos ABC Kitchen, en Manhattan; Mercato, en Shanghai, y Simply Chicken, en el Madison Square Garden de Nueva York.

¿Te gustaría degustar el filete de jamón hawaiano a la parrilla con glaseado de frutas, batatas y judías verdes con mantequilla?

La tienda del hotel

Tiene a la venta diversos objetos con el clásico logotipo de la aerolínea. Suéteres, tenis, camisetas retro, pins y patalones, entre otros accesorios y prendas. Todos diseñados por Somsack Sikhounmuong, quien ha trabajado para las marcas J. Crew y Alex Mill.

La tienda de souvenirs será parada obligatoria para los que deseen llevarse un recuerdo a casa.

Las habitaciones

Uno podría pensar que dormir junto a la pista de despegue y aterrizaje puede ser lo más ruidoso, pero las 512 habitaciones están construidas con el segundo vidrio más grueso del mundo después del muro en la embajada de Estados Unidos en Londres. No escucharás aterrizar ni despegar a los aviones y vivirás como si estuvieras en la década de 1950 porque todas están ambientadas incluso, con teléfonos de disco.

Dormir en una de las habitaciones será regresar en el tiempo cuando la era de la aviación despegaba a grandes alturas.

El bar 

Considerado la joya de la corona. Es conocido como Connie, un avión de la constelación Lockheed, de 1958, de cuatro hélices con motores a pistón que ofrece cócteles de la época y muchos actuales casi junto a las pistas de aterrizaje.

Tomarse una cerveza o una gaseosa en el bar Connie, localizado en el fuselaje de un avión modelo Lockheed de finales de los 50, puede ser la mejor experiencia de este hotel.

Así que si eres un geek de la aviación, viajero de negocios, tienes 5 horas libres antes o después de tu vuelo en el aeropuerto JFK de Nueva York o buscas una opción diferente de estadía, el Hotel TWA es la mejor opción. Solo ten en consideración que tendrás que tomar taxi o el metro todos los días para ir a Manhattan y sus alrededores.