Nueva York (CNN Business) – Seis semanas después de que el gobierno de EE. UU. pusiera a Huawei en una lista negra, el presidente Donald Trump dio lo que la firma china de telecomunicaciones describió como una “vuelta en U”.
Trump dijo el sábado que “las compañías estadounidenses pueden vender sus equipos a Huawei”, siempre que las transacciones no presenten un “gran problema de emergencia nacional”.
Los comentarios de Trump durante la cumbre del G20 en Japón se produjeron después de una reunión con el presidente de China, Xi Jinping. Las dos partes se reunieron para hablar sobre la guerra comercial y Huawei, uno de los mayores fabricantes de teléfonos inteligentes del mundo, se ha convertido en un punto crítico en la batalla.
En mayo, el Departamento de Comercio de EE. UU. prohibió las ventas de productos de fabricación estadounidense a Huawei sin obtener primero una licencia. Los funcionarios estadounidenses han acusado a la compañía de trabajar para socavar los intereses de seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos.
Trump dijo que Huawei aún era parte de las conversaciones comerciales en curso entre Washington y Beijing, pero por ahora, continuaría permitiendo que las compañías estadounidenses vendan partes a la firma china.
Huawei respondió en una de las cuentas oficiales de Twitter de la compañía: “¿Vuelta en U? ¡Donald Trump sugiere que permitiría a #Huawei comprar nuevamente tecnología de EE. UU.!”
El Departamento de Comercio, que emitió la prohibición contra Huawei en mayo, no respondió a las solicitudes de comentarios sobre cómo modificará el estado de la compañía. La Casa Blanca no respondió de inmediato a las preguntas sobre si ya le había pedido a Comercio que revisara el problema. El asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo el domingo en Fox News que la decisión de Trump no fue “una amnistía”. Repitió que Huawei puede reanudar la compra a empresas estadounidenses siempre que no presente un problema de seguridad nacional. El Departamento de Comercio “probablemente” estaría estudiando cómo “otorgar algunas licencias temporales” para que las empresas estadounidenses reanuden sus negocios con Huawei.
Huawei ha negado las acusaciones de irregularidades. Y ha presionado en las últimas semanas para recuperar el acceso a los productos de EE. UU., que son esenciales para su cadena de suministro.
“Tomamos nota de los comentarios del presidente de EE.UU. relacionados con Huawei ayer y no tenemos más comentarios en este momento”, dijo la compañía el domingo.
Huawei depende en gran medida de los chips de computadora importados de compañías como Intel y Micron. Google también suministraba a la compañía su sistema operativo Android.
Google dijo en mayo que cumpliría con la nueva política de la administración de Trump y restringiría el acceso de Huawei a la plataforma Android, lo que fue visto como un golpe devastador para el negocio de teléfonos inteligentes de la marca china.
Micron, sin embargo, considera a Huawei como uno de sus principales clientes y enfrentó una fuerte disminución de ingresos: sus ventas de unidades de teléfonos inteligentes en el extranjero cayeron un 40% en las semanas inmediatamente posteriores a la inclusión de Huawei en la lista negra. Micron anunció a principios de esta semana que encontró una solución alternativa a la prohibición y pudo reanudar al menos algunos envíos a Huawei. Intel supuestamente hizo un movimiento similar.
Esas compañías no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios el sábado.
Trump pareció reconocer que los proveedores estadounidenses no están contentos con la política actual.
“Las compañías (de Estados Unidos) no estaban exactamente felices de no poder vender”, dijo. Estados Unidos vende una “tremenda cantidad de productos” a Huawei, agregó.
La prohibición de comprar productos de compañías estadounidenses no es, sin embargo, el único obstáculo político que enfrenta Huawei en Estados Unidos. Una orden ejecutiva firmada por Trump en mayo prohíbe a las empresas estadounidenses comprar o utilizar equipos de telecomunicaciones de Huawei. Los funcionarios dijeron que podría suponer un riesgo de espionaje para las redes de infraestructura occidentales.
Huawei, que es considerado un líder mundial en el desarrollo de tecnologías para soportar redes 5G, dijo que vetar a la compañía en Estados Unidos perjudicaría en última instancia a las empresas y los consumidores estadounidenses.
“Impedir que Huawei haga negocios en EE. UU. no hará que EE. UU. sea más seguro ni más fuerte; en cambio, esto solo servirá para dejar a EE. UU. con alternativas inferiores pero más costosas, dejando a EE. UU. rezagados en el despliegue de 5G”, dijo la compañía en un comunicado cuando se anunció la medida original.