Roma (CNN) – El Vaticano ha ordenado que se registren dos de sus propias tumbas, en el último giro de la misteriosa desaparición de una adolescente, hace 36 años.
Emanuela Orlandi tenía 15 años cuando desapareció sin dejar rastro en el verano de 1983. Hija de un destacado empleado del Instituto para las Obras de Religión, mejor conocido como el Banco del Vaticano, Orlandi fue vista por última vez en una clase de música en los terrenos de la basílica de Sant’Apollinare, en Roma.
El martes, Gian Piero Milano, promotor de Justicia del Vaticano, autorizó dos exhumaciones en respuesta a una petición lanzada por la familia de la adolescente, que cree que su cuerpo está enterrado en el Cementerio Teutónico de la Ciudad del Vaticano.
La madre y el hermano de Orlandi todavía viven dentro de los muros del Vaticano y a lo largo de los años han seguido presionando para que su caso sea investigado. El abogado de la familia recibió una pista anónima el verano pasado que sugería que deberían “buscar donde indica el ángel”, informó la agencia de noticias italiana ANSA.
La pista llevó a la familia a una pared en el cementerio teutónico que muestra a un ángel señalando. Las tumbas se abrirán el jueves 11 de julio, anunció el martes el portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti.
Gisotti describió el caso como “largo y doloroso”, pero también pareció intentar atenuar las expectativas de una resolución rápida, y agregó que cualquier hueso encontrado durante la búsqueda tendría que someterse a un laborioso análisis de ADN.
Gisotti dijo que la operación sería una “organización compleja de personal y maquinaria” que involucra a la Gendarmería del Vaticano, además de trabajadores de la construcción del Vaticano. También dijo que la investigación del Vaticano solo consideraría la parte concerniente al territorio de la Santa Sede. A lo largo de los años, la investigación sobre la desaparición de Orlandi ha sido manejada por las autoridades italianas, dado que desapareció en territorio italiano.
El cementerio teutónico se encuentra junto a la Basílica de San Pedro. Contiene los restos de los guardias suizos que murieron defendiendo la Ciudad del Vaticano contra las fuerzas del nuevo Reino de Italia en 1870. También es el cementerio reservado para los miembros de las instituciones religiosas de habla alemana en Roma.
Bianca Britton y Gianluca Mezzofiore contribuyeron a este informe.