Washington (CNN) – La elegibilidad, dirán muchos demócratas durante este ciclo, es una farsa. Simplemente no existe. Solo es una táctica de miedo utilizada por los demócratas centristas del poder establecido para evitar que los votantes elijan a un verdadero liberal que se postule contra el presidente Donald Trump en 2020.
Y hay algunas pruebas que sugieren que tienen razón. Por ejemplo, el propio Trump. Los rivales de Trump en el Partido Republicano en 2016 pasaron toda la campaña insistiendo en que, al nominar al polémico multimillonario, el partido perdería sus posibilidades de vencer a Hillary Clinton en las elecciones generales. Entonces, Trump ganó. ¡Hasta luego, elegibilidad!
Excepto que en una nueva encuesta de The Washington Post-ABC News se sugiere que según quién sea el nominado de los demócratas, podría hacer la diferencia en cuanto a si Trump gana un segundo periodo o no. En esa encuesta a nivel nacional, en duelos cara a cara, el exvicepresidente Joe Biden supera a Trump en las preferencias con 53% por 43% del presidente. Pero Biden es el único demócrata con una ventaja estadísticamente significativa sobre el actual mandatario. La senadora de California Kamala Harris tiene 48% frente a 46% de Trump, mientras que el senador de Vermont Bernie Sanders se ubica en un 49% por 48% de Trump. Trump empata con la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren y con el alcalde de South Bend, Pete Buttigieg.
La ventaja de Biden sobre Trump se explica, en parte, por el hecho de que Biden es un producto totalmente conocido en el escenario nacional, el resultado de ocho años como vicepresidente de Barack Obama y más de tres décadas de servicio en el Senado. Biden también es conocido, incluso por los independientes, como centrista, a diferencia de, digamos, Sanders, quien ha abrazado sin disculpas todos los principios imaginables del liberalismo.
Mientras que los próximos ocho meses serán los que definan la cuestión de la elegibilidad en un frente a frente con Biden, la conclusión de la encuesta de The Washington Post-ABC, o al menos una de las conclusiones, debería ser que Trump no va a ser fácil de vencer en noviembre de 2020.
El punto: lo que nos recuerdan los números de la encuesta es que, en 2020, Trump no competirá contra un candidato demócrata idealizado. Se enfrentará a una persona de carne y hueso con puntos fuertes y debilidades. Y a juzgar por los números de la encuesta, tiene una buena oportunidad de vencer a ese eventual candidato.