París (CNN) – La hermana del poderoso príncipe heredero de Arabia Saudita Mohammed bin Salman Al Saud enfrenta un juicio en París ante acusaciones de que ordenó a un guardaespaldas que golpeara y humillara a un artesano local que estaba renovando su lujoso apartamento hace tres años.
Ashraf Eid, un ciudadano francés nacido en Egipto, alega que el guardaespaldas de la princesa lo atacó después de que ella lo acusara de tomar fotos y videos de ella en septiembre de 2016, según relató el juez el martes, cuando comenzó el proceso. El hombre dice que el guardia lo golpeó, le ató las muñecas, le puso una pistola en la cabeza y le ordenó que besara los pies de la princesa.
Hassa bint Salman Al Saud está siendo juzgada en ausencia por cargos de violencia armada y complicidad para retener a alguien en contra de su voluntad. Pero un miembro del equipo de la defensa de la princesa Hassa dijo a CNN fuera de la sala del tribunal que su clienta niega firmemente las acusaciones y solicita la absolución, insistiendo en que la cobertura de los medios en el caso había sido injusta para la realeza saudí.
Eid dice que estaba trabajando en un baño en el apartamento en la exclusiva Avenue Foch de París, propiedad del rey de Arabia Saudita Salman bin Abdulaziz Al Saud, y tomó fotografías de los muebles “como referencia” cuando notó el reflejo de la princesa en el espejo.
Según el relato de Eid leído en el tribunal, cuando la princesa lo vio, supuestamente le ordenó a su guardaespaldas Rani Saidi que tomara su teléfono. Eid afirmó que Saidi luego maltrató a Eid y le dio una patada en la cara.
Eid alega que la princesa entonces lo insultó, diciendo: “Son todos iguales, bastardos, perros. Verán cómo deben hablar con una princesa, cómo deben hablar con la familia real”.
Afirma que Saidi le puso una pistola en la parte posterior de la cabeza y le dio dos opciones: “Besar los pies de la princesa o arriesgarse a un nuevo ataque”.
Eid denunció ante la policía una vez que fue liberado del apartamento. La policía interrogó a la princesa durante dos horas, luego la dejó ir. Tres días después, ella salió del país.
Un juez de investigación intentó comunicarse con la princesa varias veces pero no lo logró, y finalmente emitió una orden de arresto internacional para ella en 2017.
Saidi también está en juicio y compareció ante el tribunal el martes. El guardaespaldas refutó firmemente las acusaciones y dijo que solo corrió al lado de la princesa cuando la escuchó gritar.
“Nunca he sido violento. Sujeté (a Eid) y luego lo sostuve porque no sabía sus intenciones”, dijo el guardaespaldas.
Saidi dijo que asumió que el trabajador planeaba distribuir las fotos privadas de la princesa porque “todos los árabes quieren tomarle una foto. Ella es realmente famosa”.
El juez respondió: “No se han publicado fotos de ella desde que tenía ocho años, entonces, ¿cómo la reconocería la gente?”
Preguntado por el juez sobre las marcas en las muñecas de Eid vistas por la policía después del incidente, Saidi dijo que no tenía una explicación.
Los fiscales han pedido una sentencia suspendida de seis meses para la princesa Hassa, una sentencia suspendida de ocho meses para su guardaespaldas y una multa de 5.000 euros (5.600 dólares) para cada uno.