(CNN) – La forma en que tratamos la anorexia podría cambiar gracias a un nuevo estudio que relaciona la enfermedad con el metabolismo.
El estudio, publicado el lunes en la revista Nature Genetics, examinó el ADN de casi 17.000 personas con anorexia nerviosa y 55.000 sujetos de control sanos.
Los investigadores identificaron ocho marcadores genéticos que correlacionan la enfermedad, comúnmente llamada anorexia, con algunos de los mismos factores genéticos que también influyen en el riesgo de trastornos psiquiátricos, como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), la depresión y la ansiedad, la alta actividad física, y rasgos metabólicos y antropométricos, como un índice de masa corporal bajo (IMC).
“Eso significa que cuando pensamos en la anorexia nerviosa tenemos que pensar que no solo es un trastorno psiquiátrico, sino también un trastorno metabólico”, dijo a CNN la investigadora principal, Cynthia Bulik.
¿Por qué es eso significativo?
La anorexia se trata comúnmente como un trastorno puramente psiquiátrico: es por eso que los tratamientos se enfocan principalmente en la terapia conductual. Con esta investigación se prestará más atención a los componentes metabólicos de la enfermedad al brindar tratamiento, lo que podría ayudar a mejorar el tratamiento y salvar vidas.
La investigación podría llevar a desarrollar un medicamento para la anorexia
El estudio es tanto un avance como un punto de partida, dijo Bulik.
Aunque los investigadores ahora han identificado el papel que juega el metabolismo en la anorexia, aún deben profundizar en la biología para comprender cuál es ese papel y cómo influye en el riesgo de anorexia. Eso implica examinar incluso más ADN (apuntan a 100.000 muestras) y asociarse con neurocientíficos y farmacogenéticos para identificar las vías biológicas subyacentes y los tratamientos de desarrollo que en realidad apuntan a la biología de la enfermedad.
Bulik dijo que en este momento no hay medicamentos que traten la anorexia de manera efectiva y no está convencida de que la sola medicación sea suficiente. Pero podría ayudar con la recuperación y reducir la mortalidad.
El equipo también quiere ampliar la investigación sobre otros trastornos de la alimentación para comprender mejor el panorama genético de los trastornos de la alimentación en general.
Mientras tanto, Bulik dijo que el equipo está agradecido con todos los participantes que confiaron en el equipo con su información y muestras de sangre.
“Este trabajo honra su sufrimiento y la desesperación de sus familias por comprender y encontrar tratamientos efectivos”, dijo.