(CNN Español) – Las penas de prisión en Estados Unidos están determinados por unos lineamientos preestablecidos por la Comisión de Sentencia (USSC), una agencia independiente que depende de la rama judicial del gobierno, y cuyas pautas determinan qué tipo de sentencias que se le otorgan a los criminales culpables de crímenes federales en el país.
Las sentencias a cadena perpetua en en el sistema federal de justicia penal Estados Unidos son “raras”, según un documento de la USSC, que dice que “prácticamente todos los delincuentes condenados por un delito federal” son liberados de prisión y regresan a la sociedad, o son expulsados del país en caso de ser extranjeros.
Esas pautas establecidas en el manual tienen en cuenta las conductas delictivas y las características de los delincuentes, y recomiendan un rango de pena, así como cuando otorgar libertad condicional a un condenado.
Por la forma como funciona el sistema, a veces los jueces determinan penas que son la sumatoria de las sentencias de los cargos, pero que resultan extrañas, o reiterativas, pues los criminales no las podrán cumplir en su tiempo de vida. Como la de Joaquín “El Chapo” Guzmán, que fue sentenciado a cadena perpetua más 30 años.
Según la USSC, las cadenas perpetuas deben ser reportadas como 470 meses de prisión, “una duración que coincide con la esperanza de vida promedio de los delincuentes penales federales”, dice un documento de 2018.
Entre los casos para los que se recomienda prisión perpetua están asesinato, traición, ciertos delitos de narcotráfico y ciertos delitos de armas de fuego cometidos por ofensores de larga data.
Por ejemplo, en casos de asesinato en primer grado, que involucren el asesinato de otra persona de manera premeditada, las directrices para la condena es de prisión perpetua en todos los casos, dice el documento de la USSC.
Y en los casos de narcotráfico, aunque no siempre sean castigados con cadena perpetua, los agravantes pueden aumentar la pena.
“Las pautas para el tráfico de drogas prevén específicamente una sentencia de cadena perpetua por delitos de tráfico de drogas, pero solo cuando la muerte o lesiones corporales graves fueron el resultado del delito de tráfico de drogas”, dice el documento.
“En algunos otros casos de tráfico de drogas, como los que involucran cantidades muy grandes de drogas y en los que delincuente tiene antecedentes penales significativos, el rango de la sentencia puede incluir cadena perpetua, aunque solo como la sanción en la parte superior del rango”, agrega la Comisión de Sentencias.
Cada lineamiento proporciona uno o más “niveles de ofensa base” para la ofensa o grupos de ofensa, que sirve como un punto de inicio para la determinación de la sentencia. La mayoría de los lineamientos contienen provisiones adicionales que el juez debe considerar a la luz de la “conducta real criminal” del acusado.
¿Cómo se calcula la sentencia?
En el manual de la Comisión de Sentencia se especifican algunos pasos sobre cómo un juez deberá llegar a una sentencia en un caso federal:
Primero el juez debe identificar la directriz de condena que se aplica al delito en curso.
Después, el juez determina un “puntaje de antecedentes penales” para el acusado, basándose en sus condenas penales anteriores y lo pone en una de las seis categorías de antecedentes penales.
Usando el nivel de delito final y la categoría de antecedentes penales, el juez consulta la tabla de sentencia en la que hay 258 rangos de encarcelamiento, expresados en meses, para encontrar el rango más alto que corresponde a sus crímenes y a los antecedentes del caso.
Si se preestablece que los crímenes del acusado están en el rango de la prisión perpetua, el agravante de otros delitos puede sumarle meses a su condena, por lo que en muchos casos se pueden ver condenas de cadena perpetua más varios meses o incluso años.
“La Comisión específicamente da una pena de prisión perpetua en solo cuatro de más de 150 guías contenidas en el Manual de Directrices, y solo para ciertos actos o ciertas clases de delincuentes”, dice el documento.
Con estas previsiones, los jueces pueden calcular las sentencias que aplican en cada caso y si llegaran a calcular y considerar indebidamente la pena, “es un error de procedimiento reversible”.
Según información de la Comisión de Sentencias, para 2013, el 45% de los criminales que fueron condenados a prisión perpetua eran negros, 24,8% eran blancos y el 24,2% de los condenados eran hispanos. La mayoría de las personas (98%) que fueron condenados a cadena perpetua eran hombres: ese año solo tres mujeres fueron condenadas a la pena máxima.