Edinburg, Texas (CNN) – El estudiante de preparatoria nacido en Texas que fue detenido por funcionarios de inmigración durante más de tres semanas dijo a CNN el jueves que recibió un trato inhumano en una instalación de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP).
Francisco Galicia, de 18 años, dice que estuvo recluido en condiciones asquerosas y abarrotadas donde no se le permitió ducharse durante 23 días, lo obligaron a dormir en un piso de cemento y no le dieron suficiente comida. Cuando fue liberado el martes, luego de que se corriera la voz sobre su detención tras un informe de The Dallas Morning News, dijo que estaba desnutrido y que había bajado más de 11 kilos.
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“No nos trataron con humanidad”, dijo Galicia a CNN durante una entrevista. “El estrés era tan alto que ellos (los agentes del centro de detención) estaban conmigo todo el tiempo. Fue como una tortura psicológica hasta el punto en que casi (acepté ser deportado). Me sentí más seguro de estar en la celda que estando con los agentes. Me amenazaron con cargos”.
El problema comenzó, dice, el 27 de junio mientras se dirigía a un evento de reconocimiento de fútbol universitario.
Estaba viajando con su hermano Marlon, de 17 años, y un grupo de amigos, desde su ciudad natal de Edinburg a Houston cuando fueron detenidos en un puesto de control de CBP en Falfurrias, a unos 160 kilómetros al norte de la frontera entre México y Estados Unidos. .
Francisco Galicia nació en Texas y es ciudadano estadounidense. Cuando era niño, se mudó a México con su familia y luego regresó a Estados Unidos cuando era un adolescente. Él dice que llevaba su identificación estatal, una tarjeta de Seguro Social y un certificado de nacimiento de tamaño billetera.
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También tenía una visa de turista mexicana con él que enumera incorrectamente su país de nacimiento como México, estableciendo una reclamación de nacionalidad conflictiva, dijo su abogada, Claudia Galan.
Ambos hermanos fueron detenidos, y Marlon Galicia, que no tiene estatus legal en Estados Unidos, fue devuelto a México. Francisco Galicia fue enviado a un centro de detención de inmigrantes.
“No me creyeron. Seguía diciéndoles una y otra vez, y seguían diciendo que mis documentos eran falsos, y que me iban a deportar”, dijo Galicia. “Me amenazaron con cargos, cargos por falsificar documentos. Delitos. Continuaron preguntándome cómo era posible que no supiera de dónde era. Casi firmé (para ser deportado) porque no quería sufrir más allí”.
Funcionarios de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. rechazaron una solicitud de CNN para comentar sobre las acusaciones de Galicia y señalaron una declaración conjunta de ICE-CBP el miércoles después de la liberación del adolescente.
“Esta persona proporcionó informes contradictorios sobre el estado de la ciudadanía después de ser detenida por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos y transferida a la Custodia de Inmigración y Control de Aduanas”, dice la declaración.
La declaración explica: “Las situaciones que incluyen informes contradictorios de los certificados de nacimiento individuales y múltiples pueden y deben tomar más tiempo para verificar. Mientras continuamos investigando los hechos de la situación, el individuo ha sido liberado de la custodia de ICE”.
“No tienes derechos”
Galicia dijo que no se le permitió llamar a su familia ni a un abogado mientras estaba detenido.
“En el momento en que llegué allí, les dijimos que teníamos derecho a una llamada telefónica y a un abogado, y nos dijeron, ‘no tienes derechos’”.
Galicia describió condiciones miserables en la instalación donde fue retenido, diciendo que estaba retenido en una pequeña habitación con unas 70 personas más. Había un baño, sin puertas ni paredes.
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Cada pocos días, dijo, él y los que estaban con él recibieron toallitas.
“Era para limpiar la tierra (de la piel), pero no podías deshacerte de ella porque había pasado mucho tiempo desde que nos bañamos”, dijo.
Galicia rechazó la afirmación del presidente Donald Trump de que muchas de las personas que cruzan la frontera son “malos actores”, que tienen la intención de dañar a EE. UU. y a su gente. Dijo que las personas que conoció que estaban retenidas con él en las instalaciones no significaban ningún daño.
“Solo querían venir por un futuro mejor. Huían de sus países porque estaban siendo amenazados o secuestrados”, dijo.
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La abogada dice que la evadieron
Mientras Galicia estaba detenido, una abogada contratada por su familia dijo que intentó por lo menos una semana ponerse en contacto con el adolescente mientras estaba detenido, pero CBP e ICE la evadieron.
Claudia Galan dice que intentó en vano durante al menos una semana ponerse en contacto con Galicia mientras estaba detenido, pero la Patrulla Fronteriza lo evitaba.
“Le dijeron que no tenía derecho a un abogado”, dijo Galan. “Una vez que fui al cuartel general de la patrulla fronteriza, me dijeron lo mismo … Dijeron que no podía obtener ninguna información hasta que él consintiera, pero él ni siquiera sabía que estaba tratando de sacarlo”.
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Galan dijo que compartió documentos hace dos semanas con CBP que prueban que Galicia era ciudadano estadounidense, incluido un certificado de nacimiento que muestra que nació en Dallas.
A pesar de la documentación, dijo el abogado, Galicia fue transferido el sábado a la custodia de ICE para los procedimientos de remoción. Estuvo recluido en el complejo de detención del sur de Texas en Pearsall hasta su liberación el martes.
Para cuando fue liberado, había estado detenido durante 27 días: un día en el puesto de control de patrulla fronteriza, 23 días en el centro de procesamiento de Falfurrias y tres días en Pearsall.
“Soy los ojos y los oídos de lo que está sucediendo”
Galicia mostró a CNN trozos de papel que, según dijo, contenían números de teléfono de las familias de las personas que estaban con él.
“Me pidieron que les contactara para informarles que están bien. No querían que les informara sobre las condiciones en los centros de detención, solo querían que les dijera que estaban bien”, dijo.
“… Ahora mismo, estoy en un lugar donde puedo ayudar a los que todavía están allí, para que la gente pueda ver cómo se tratan y para cambiar la forma en que son tratados. Soy los ojos y lo oídos de lo que está sucediendo allí. Puedo hablar. Ellos no pueden hacer lo que estoy haciendo”.
Galicia dice que no sabe si emprenderá acciones legales contra el CBP, pero que quiere algo de justicia.
Dijo que sigue siendo una persona positiva a pesar de ser tratado tan mal.
“Me ha hecho más fuerte”, dijo. “Veo la vida de manera diferente después de ver cómo otras personas han estado sufriendo. Me ha hecho entender muchas cosas como cómo puedes vivir tu vida mientras otros sufren”.
Valencia y Moya de CNN informaron desde Edinburg, Texas, y Carter escribió desde Atlanta.