(CNN) – Después de dos tiroteos en menos de 24 horas, que mataron a más de 30 personas e hirieron a docenas más durante el fin de semana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dirigió a la nación el lunes por la mañana, condenando el “racismo, la intolerancia y el supremacismo blanco”, pero no abordó directamente las fallas en su propia retórica.
Entre las posibles causas de las acciones de ambos tiradores en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, Trump le apuntó a los videojuegos. “Debemos detener la glorificación de la violencia en nuestra sociedad. Esto incluye los videojuegos horripilantes y espantosos que ahora son comunes. Hoy es demasiado fácil para los jóvenes con problemas rodearse de una cultura que celebra la violencia”, dijo.
Los comentarios de Trump se hicieron eco de los del líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, un republicano de California que le dijo a Fox News el domingo que “la idea de estos videojuegos que deshumanizan al individuo para tener un juego de disparar a personas y a otros, siempre he sentido que eso es un problema para las generaciones futuras y otras”.
Primero la verdad: Si bien algunas organizaciones psicológicas líderes en EE. UU. dicen que los niños no deben jugar videojuegos violentos porque puede conducir a un comportamiento agresivo, no hay hallazgos de investigaciones que demuestren una conexión directa entre las personas que juegan videojuegos violentos y los tiroteos masivos.
Esta no es la primera vez que Trump, u otros políticos, tanto demócratas como republicanos, han citado a los videojuegos como una de las posibles causas de las acciones de un tirador masivo estadounidense.
Trump intentó vincular los videojuegos violentos con la causa de las acciones del atacante después de la masacre de Stoneman Douglas High School en Parkland, Florida, en 2018. Después del tiroteo, el presidente celebró una serie de reuniones de seguridad escolar en la Casa Blanca para tratar de abordar la crisis. Trump mencionó repetidamente la violencia retratada en los medios, incluidos los videojuegos, las películas e internet.
Durante una de esas reuniones, Trump dijo: “Escucho a más y más personas decir que el nivel de violencia en los videojuegos realmente está dando forma a los pensamientos de los jóvenes”.
Si bien las principales organizaciones de EE. UU., incluida la Asociación Americana de Psicología y la Academia Americana de Pediatría, adoptan una postura firme contra que los niños y adolescentes jueguen videojuegos violentos, otras investigaciones psicológicas más recientes no muestran una correlación directa entre jugar videojuegos violentos y exhibir comportamientos violentos fuera de esos juegos.
Una declaración de 2015 de la Asociación Americana de Psicología dice que la investigación demostró un vínculo “entre el uso violento de videojuegos y tanto el aumento en el comportamiento agresivo… como la disminución en el comportamiento prosocial, la empatía y el compromiso moral”.
En la guía de julio de 2016 de la Academia Estadounidense de Pediatría sobre violencia en los medios, la Academia advirtió que los medios violentos son un mal ejemplo para los niños. En general, el resumen de la Academia de los resultados de más de 400 estudios reveló un vínculo “significativo” entre estar expuesto a medios violentos (en general) y un comportamiento agresivo, pensamientos agresivos y sentimientos de enojo.
Otra investigación dice que no existe un vínculo directo entre los videojuegos violentos y la predicción de comportamientos violentos.
Un estudio realizado por la profesora de la Universidad de Western Michigan, Whitney DeCamp, concluyó que jugar videojuegos, sin importar cuán gráficos, no predecía un comportamiento violento. El estudio utilizó datos de una encuesta escolar de Delaware de 2008, que incluyó respuestas de más de 6.000 alumnos de octavo grado.
Un estudio separado publicado en la revista británica Royal Society Open Science, en febrero, dice que los adolescentes que juegan videojuegos violentos no exhibieron un comportamiento más agresivo en comparación con los adolescentes que no los jugaron en el Reino Unido.
El estudio encontró que casi la mitad de la población adolescente femenina y dos tercios de la población adolescente masculina jugaban videojuegos violentos en el Reino Unido, pero su investigación no encontró que jugar esos juegos estuviera asociado con adolescentes que exhiben un comportamiento más agresivo que los adolescentes que no los juegan.
Más allá de eso, las ventas de videojuegos en otros países desarrollados no están vinculadas a la tasa de homicidios con armas de fuego de un país. Según los datos recopilados para el libro “Combate moral”, cuando se comparan los dólares per cápita gastados en videojuegos con los homicidios con arma de fuego, Estados Unidos es un caso atípico, con una tasa de homicidios mucho más alta que cualquier otra nación desarrollada.
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Culpar la violencia en los videojuegos se hizo más frecuente después del tiroteo de Columbine, en 1999, cuando se informó ampliamente que los dos adolescentes que mataron a 12 de sus compañeros jugaron el juego de disparos “Doom”.
Menos de un mes después de ese tiroteo, el expresidente republicano de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, dijo que “Hollywood y los juegos computarizados han socavado los valores centrales de la civilidad”. El expresidente demócrata Bill Clinton le pidió al Gobierno que investigara si las compañías de medios, incluida la industria de los videojuegos, estaban comercializando contenido violento para los jóvenes.
Hillary Clinton hizo campaña contra los videojuegos violentos cuando se postuló para el Senado, a mediados de la década del 2000, y después de que un hombre abrió fuego en la escuela primaria Sandy Hook, en 2012, el entonces senador Joe Lieberman dijo que los jóvenes que cometen tiroteos masivos “han tenido una participación casi hipnótica en alguna forma de violencia en nuestra cultura de entretenimiento, particularmente los videojuegos violentos”.
En 2013, el presidente Barack Obama pidió al Congreso que financiara la investigación sobre la violencia en los videojuegos como parte de un plan de 23 puntos para reducir la violencia armada. Más tarde, emitió una serie de acciones ejecutivas con “acciones para reducir la violencia armada”, en enero de 2016.
Los grupos de defensa advierten que señalar una conexión entre los videojuegos violentos y la violencia armada distrae del problema real que permite que ocurran tantos tiroteos masivos en Estados Unidos: las leyes sobre seguridad de las armas.
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La fundadora de Moms Demand Action (Las Madres Demandan Acción), Shannon Watts, dijo a CNN, en 2018, que los videojuegos no son la razón por la que Estados Unidos sigue viendo tantos tiroteos masivos. Moms Demand Action es un grupo de defensa por la seguridad de las armas.
“Los estadounidenses juegan los mismos videojuegos, miran los mismos programas de televisión y experimentan enfermedades mentales al mismo ritmo que nuestros pares en otras naciones de altos ingresos”, dijo Watts en un comunicado a CNN. “Lo que separa a Estados Unidos son nuestras leyes de armas débiles y nuestras tasas inaceptables de violencia armada. Los estadounidenses quieren acciones sobre la seguridad de las armas, no los videojuegos”.