(CNN Español) – Un productor musical acusado de abusar sexualmente del joven cantante Luis Armando Campos, a quien representó y asesoró durante varios años, ha sido encontrado culpable de violación y tráfico de personas. Mario Enrique Miranda Palacios recibió el veredicto el lunes luego un juicio de seis semanas en la ciudad de Tampico, en el estado de Tamaulipas, en el noreste de México.
El promotor de 47 años fue arrestado en marzo de 2018. Originalmente enfrentaba cargos de violación, corrupción de menores y prostitución forzada. Pero la fiscalía modificó los cargos para incluir el de trafico de personas que establece penas más severas.
Con base a los cargos descritos en la sentencia, Miranda podría pasar entre 30 y 63 años en prisión, según la fiscalía.
“Un Tribunal de Enjuiciamiento emitió la condena, después de que el agente del Ministerio Público acreditara fehacientemente la responsabilidad del hoy sentenciado por los hechos ocurridos durante los años 2011 a 2014, cuando su víctima era menor de edad y estaba bajo su custodia”, indicó la Fiscalía General de Tamaulipas en un comunicado emitido tras el veredicto.
La reacción de la víctima tras el veredicto fue de júbilo.
“Me siento satisfecho. Yo siempre pensé que teníamos las pruebas necesarias y testigos para comprobar todo lo que había pasado. En el momento que fue anunciado el veredicto fue un choque de emociones. Estaba nervioso y desesperado por conocerlo, aunque ya estaba tranquilo porque sabia que al hablar públicamente había logrado algo y demostrado que todo lo que decía era verdad”, dijo Campos.
El caso causó revuelo en México cuando salió a la luz pública, porque la víctima de Miranda es un joven cantante que llegó hasta la etapa de semifinales en el concurso “La Voz México” en el 2014. Fue precisamente en ese concurso que Campos, quien ahora tiene 23 años, conoció personalmente a Yuridia Valenzuela Canseco, la cantante de fama internacional conocida como Yuri.
Campos dijo que fue Yuri quien lo convenció de que debía denunciar el abuso a las autoridades, una experiencia que hasta ese momento había mantenido en secreto.
“Destruyó mi adolescencia”, dijo recientemente Campos a CNN al referirse a Miranda.
Campos afirmó que su pesadilla empezó cuando tenía 14 años, un momento en su vida en el que, para fines prácticos, ya estaba solo debido a la separación de sus padres.
Rita Hernández, miembro de la mesa directiva de la Comisión Unidos Vs Trata, una organización sin fines de lucro dedicada a proteger víctimas de tráfico humano, le otorgó asistencia legal y consejería a Campos, y explicó que cuando Miranda conoció a Campos el adolescente de 14 años era muy vulnerable.
“Tenemos que recordar también que no nada más era un niño, sino que era un niño pobre. Era un niño que tenía muchas carencias y su talento era su boleto para salir de la pobreza”, dijo Hernández.
Hernández aseguró que el entonces adolescente de 14 años estaba en la miseria y, como ya no vivía con sus padres, se convirtió en presa fácil para un hombre que le ofreció apoyo económico y promover su carrera.
“Y entonces cuando un adulto, conocedor del campo, con ciertos éxitos, viene y te dice ‘yo quiero adoptarte, yo te voy a hacer famoso, yo voy a caminar contigo, etcétera, etcétera’, es muy fácil para una familia decir ‘este productor de grandes eventos en la ciudad va a hacer famoso a mi hijo’”, explicó Hernández.
Campos dijo que Miranda se mostró tan servicial que convenció hasta a su propia madre de que era una persona en quien ella podría confiar el bienestar de su hijo.
“Para cuando ya mi mamá toma la decisión de irse, él le ofrece ayudarme, que él se iba a hacer cargo de mí, porque me veía como un hijo, que me quería apoyar con la escuela; que me quería apoyar con mis gastos”, dijo Campos.
Al principio, Mario Enrique Miranda Palacios, el promotor, cumplió con sus promesas, cultivando el talento de Campos y puliendo su voz de cantante. Pero Campos afirmó que las cosas pronto empezaron a cambiar. Afirmó que, cuando tenía 14 años, Miranda le pidió una vez que llegara temprano a un ensayo.
“Me metió a su oficina y ahí fue donde, por primera vez, me hizo que me quitara los zapatos, las calcetas y me besó los pies. Dijo que eso era algo normal, que, aparte, él me tenía becado en su academia y que era una forma de agradecer; que no era nada malo, que él no le iba a decir a nadie, que eso era algo muy normal”, dijo Campos.
Campos dijo que lo que empezó como abuso verbal y sexual empeoró para convertirse posteriormente en prostitución forzada, algo que para el entonces adolescente de 14 años fue devastador.
“Muchísimo porque no tenía a quien contárselo, no tenía con quien ir. Me amenazaba, como mi papá tenía antecedentes legales, me amenazaba con que lo metería a la cárcel otra vez, que era muy fácil para él, que él tenía todo el dinero del mundo, todas las relaciones, todo el poder”, dijo Campos.
“Hay que entender que Luis Armando era un jovencito. Era un niño, prácticamente, de 12, 13 años cuando se empezó a involucrar en los proyectos de este hombre”, agregó Hernández.
Campos dijo que fue obligado, bajo coacción, a vivir como esclavo durante cuatro años. Amenazas contra su familia, engaños y abuso psicológico, afirmó, fueron los factores que lo mantuvieron callado y sumiso durante todo ese tiempo. Pero, al final, llegó el momento en el que se armó de valor y decidió ignorar las amenazas, lo que le permitió huir tras cumplir los 18 años.
“Yo creo que fue todo ese coraje. Fue la necesidad de sentir una paz y una tranquilidad. Fueron los gritos que me daba y las amenazas lo que causaron ese coraje dentro de mí”, dijo Campos.
Al inicio del juicio Miranda se declaró inocente.
Mediante su abogado, Juan Jorge Olvera Reyes, Miranda negó las acusaciones, y afirmó que, en realidad, Campos y él tuvieron una “relación romántica”.
Olvera Reyes también negó que su cliente hubiera esclavizado a Campos. Añadió que el joven decidió denunciarlo a las autoridades cuando la relación llegó a su fin, que lo hizo “motivado por la venganza” y que tenían cartas, videos, fotos y testigos para probarlo.
Campos negó haber tenido una relación consensual con Miranda y aseguró que la defensa sólo estaba utilizando una estrategia legal para beneficio de su cliente. El hecho de que la interacción ocurriera cuando Campos era un menor de edad, entre los 14 y casi hasta los 18, fue uno de los argumentos más importantes de la fiscalía.
Además de su carrera de cantante, Campos también es actualmente un activista que habla abiertamente sobre su odisea.
“Conforme lo vas contando, más y más, te vas librando. Es como una terapia que te ayuda muchísimo. Y, bueno, contárselo a otras personas que recientemente han pasado por eso y que ahora ven cómo estás saliendo adelante, pues también te ayuda a sentirte bien”, dijo Campos.
Campos aseguró que lloró tras enterarse de que el hombre que abusó de él fue finalmente puesto tras las rejas. El veredicto de culpable, afirma, lo hace sentir que ha recuperado parte de la libertad que perdió cuando estuvo en cautiverio.
“Fueron muchos los que me acusaron de haber denunciado a Miranda por corrupción y por amor al dinero. Solo nosotros los involucrados sabemos lo que pasó. Más que la justicia terrenal, creo en la justicia divina y Dios bien sabe lo que yo sufrí”, finalizó Campos.
El 3 de septiembre la corte dará a conocer si Miranda recibe los 63 años de prisión que solicitó la fiscalía.
Según la fiscalía, el caso es histórico porque “esta es la primera sentencia en materia de trata de personas que se obtiene en Tamaulipas bajo la normatividad del Sistema Penal Acusatorio y Oral, que entró en vigor en el estado en julio de 2016”.