(CNN) – Robert Mugabe, el padre fundador de Zimbabwe, quien gobernó el país con puño de hierro durante más de tres décadas, falleció a los 95 años, informó el presidente Emmerson Mnangagwa.
Había habido rumores en torno a la salud del expresidente, que pasó meses en un hospital de Singapur a principios de este año. Los detalles del mal que lo aquejaba eran un secreto muy bien guardado.
Mugabe fue depuesto en un golpe de estado en 2017, cuando miembros de su propio partido se volvieron contra él después de que despidiera al entonces vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, para dar paso a su esposa, Grace.
Mnangagwa se convertiría en el siguiente presidente de Zimbabwe.
“Es con la mayor tristeza que anuncio el fallecimiento del padre fundador y expresidente de Zimbabwe, camarada Robert Mugabe”, tuiteó Mnangagwa el viernes.
“El camarada Mugabe fue un ícono de la liberación, un panafricanista que dedicó su vida a la emancipación y el empoderamiento de su pueblo. Su contribución a la historia de nuestra nación y continente nunca será olvidada. Que su alma descanse en paz eterna”.
Alguna vez conocido internacionalmente como la esperanza de su nación, Mugabe dejó el cargo con un legado sombrío, después de emprender una campaña de opresión y violencia para mantener el poder y conducir a la pobreza a un país conocido como el granero del sur de África.
Comenzó su carrera política como líder en la búsqueda de la independencia de Zimbabwe, entonces conocida como Rhodesia, y fue comparado regularmente con el venerado luchador por la libertad de Sudáfrica, Nelson Mandela.
Como líder guerrillero revolucionario, luchó contra el gobierno de las minorías blancas y pasó años en la cárcel como prisionero político.
Después de 10 años en prisión, obtuvo títulos universitarios en educación, economía y derecho POR la Universidad de Londres. A mediados de los años 70, asumió el liderazgo del ala política de la Unión Nacional Africana de Zimbabwe (ZANU), un movimiento de liberación militante con sede en Mozambique.
Desde allí, ayudó a orquestar una resistencia armada contra el gobierno blanco, emergiendo como un héroe de guerra tanto en casa como en el extranjero cuando el conflicto terminó en 1979.
Se convirtió en el primer primer ministro del recién independizado Zimbabwe después de las elecciones de febrero de 1980.
Articulado y elegantemente vestido, Mugabe llegó al poder exigiendo el respeto de una nación. Tuvo una fuerte ventaja, heredando un país con una economía estable, infraestructura sólida y vastos recursos naturales.
Pero el descenso a la tiranía no tardó mucho.
“Este es un hombre que tenía mucho que ofrecer a los zimbabuenses, pero no lo hizo, se centró en sí mismo”, dijo Trevor Ncube, uno de los editores más poderosos del país.
Para 1983, quedó claro que la administración de Mugabe sería despiadada con cualquiera que se opusiera a su gobierno. Presidió fuerzas que llevaron a cabo una serie de masacres en las fortalezas de la oposición, y se cree que la Quinta Brigada del país mató hasta 20.000 personas, en su mayoría partidarios del principal rival político de Mugabe.