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Washington (CNN) – En una misión secreta de 2017, hasta ahora no revelada, Estados Unidos extrajo con éxito de Rusia una de sus fuentes encubiertas de más alto nivel dentro del Gobierno ruso, dijeron a CNN varios funcionarios de la administración de Trump con conocimiento directo.

Una persona directamente involucrada en las discusiones dijo que la evacuación del ruso fue impulsada, en parte, por la preocupación de que el presidente Donald Trump y su administración manejaran mal la inteligencia clasificada y pudieran contribuir a exponer a la fuente secreta como espía.

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La decisión de llevar a cabo la extracción se produjo poco después de una reunión celebrada en mayo de 2017 en la Oficina Oval en la que Trump discutió información de inteligencia altamente clasificada con el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, y el entonces embajador de Rusia en Estados Unidos, Sergey Kislyak. La información, relacionada con ISIS en Siria, fue proporcionada por Israel.

La revelación del presidente a los rusos, aunque no fuera específicamente del espía, llevó a los funcionarios de inteligencia a renovar las discusiones anteriores sobre el riesgo potencial de exposición, según la fuente directamente involucrada en el asunto.

En ese momento, el entonces director de la CIA, Mike Pompeo, le dijo a otros altos funcionarios de la administración Trump que estaba saliendo demasiada información sobre la fuente encubierta, conocida como un activo. Una extracción, o “exfiltración” como llaman los funcionarios de inteligencia a esta operación, es un recurso extraordinario cuando la inteligencia de EE.UU. cree que un activo está en peligro inmediato. 

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Un funcionario de EE.UU. dijo antes de la operación secreta que los medios especulaban sobre la existencia de esa fuente encubierta y que esa cobertura o especulación pública planteaba riesgos para la seguridad de cualquier persona de la que un Gobierno extranjero sospechara que pudiera estar involucrada. Este funcionario no identificó ningún informe público a tal efecto en el momento de esta decisión y CNN no pudo encontrar ninguna referencia relacionada en los informes de los medios.

Al pedirle comentarios, Brittany Bramell, directora de asuntos públicos de la CIA, dijo a CNN: “La narrativa de CNN de que la Agencia Central de Inteligencia toma decisiones de vida o muerte basadas en otra cosa que no sea el análisis objetivo y la recopilación profunda es simplemente falsa. La especulación infundada de que el manejo ​presidencial de la inteligencia más delicada de nuestra nación, a la que tiene acceso todos los días, llevó a una supuesta operación de exfiltración es inexacta”.

Un portavoz del secretario de Estado, Mike Pompeo, declinó hacer comentarios. La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, dijo: “Los informes de CNN no solo son incorrectos, sino que tienen el potencial de poner vidas en peligro”.

Amplias preocupaciones sobre Trump en la comunidad de inteligencia

La evacuación se produjo en un momento de gran preocupación en la comunidad de inteligencia sobre el mal manejo de la inteligencia por parte de Trump y su administración. Esas preocupaciones fueron descritas a CNN por cinco fuentes que trabajaron en la administración Trump, en las agencias de inteligencia y en el Congreso.

Esas preocupaciones continuaron creciendo en el período posterior a la reunión de Trump con Kislyak y Lavrov en la Oficina Oval. Semanas después de la decisión de extraer al espía, en julio de 2017, Trump se reunió en privado con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la cumbre del G20 en Hamburgo y tomó la medida inusual de confiscar las notas del intérprete. Posteriormente, los funcionarios de inteligencia expresaron nuevamente su preocupación de que el presidente haya discutido de manera inadecuada inteligencia clasificada con Rusia, según una fuente de inteligencia con conocimiento de la respuesta de la comunidad de inteligencia a la reunión Trump-Putin.

El conocimiento de la existencia de la fuente encubierta rusa estaba muy restringido dentro del gobierno de EE.UU. y las agencias de inteligencia. Según una fuente, “no había una alternativa equivalente” dentro del Gobierno ruso, que proporcionara información y perspectiva sobre Putin.

CNN se reserva varios detalles sobre el espía para reducir el riesgo de identificación de la persona.

La extracción secreta del activo ruso de alto nivel ha dejado a Estados Unidos sin una de sus fuentes clave sobre el funcionamiento interno del Kremlin y los planes y el pensamiento del presidente de Rusia en un momento en que las tensiones entre las dos naciones han estado creciendo. La comunidad de inteligencia de Estados Unidos considera que Rusia es una de las dos mayores amenazas para la seguridad nacional de Estados Unidos, junto con China.

“El impacto sería enorme porque es muy difícil desarrollar fuentes como esa en cualquier área, particularmente Rusia, porque la vigilancia y la seguridad allí son muy estrictas”, dijo un ex alto funcionario de inteligencia a CNN. “No se puede volver a adquirir una capacidad como esa de la noche a la mañana”.

Meses de temor creciente

La decisión de sacar el activo de Rusia fue la culminación de meses de creciente miedo dentro de la comunidad de inteligencia.

Al final de la administración Obama, los funcionarios de inteligencia de EE.UU. ya habían expresado su preocupación por la seguridad de este espía y otros activos rusos, dada la duración de su cooperación con EE.UU., según un ex alto funcionario de inteligencia.

Esas preocupaciones aumentaron a principios de 2017 después de que la comunidad de inteligencia de EE. UU. publicara su informe sobre la intromisión rusa en las elecciones de 2016, que dijo que el propio Putin ordenó la operación. La comunidad de inteligencia también compartió una versión clasificada del informe con la administración entrante de Trump, e incluyó detalles altamente protegidos sobre las fuentes detrás de la inteligencia. Los altos funcionarios de inteligencia de Estados Unidos consideraron extraer al menos un activo ruso en ese momento, pero no lo hicieron, según el ex alto funcionario de inteligencia.

En los primeros meses de su administración, el manejo de la inteligencia clasificada por parte de Trump preocupaba aún más a los funcionarios de inteligencia. Finalmente, decidieron lanzar la difícil operación para extraer un activo que había estado trabajando para Estados Unidos durante años.

El presidente fue informado de antemano, junto con un pequeño número de altos funcionarios. Los detalles de la extracción en sí siguen siendo secretos y CNN desconoce el paradero actual del activo.

Marshall Cohen de CNN contribuyó a este informe.