(CNN Español) – Tanto la capital del estado de Zacatecas, como los pueblos y ciudades aledañas, ofrecen innumerables atracciones a corta distancia de Ciudad de México. Historia, arquitectura y tradición se mezclan con una imponente naturaleza y una gastronomía tan auténtica como sorprendente.
Unos 600 kilómetros separan Zacatecas de Ciudad de México y el viaje, ya sea por avión o en auto, no solo vale la pena, sino que, además, podría pensarse como obligatorio.
No es exagerado decir que este antiguo tesoro colonial es un verdadero regalo para los ojos y un mimo para el paladar. La experiencia, es una especie de viaje en el túnel del tiempo hacia los confines de la historia del lindo y querido México. Su tradición, romanticismo e historia, además de su variada oferta turística, convierten a este destino en uno de los más atractivos en tierras aztecas.
Los inicios
Todo empezó cuando hace aproximadamente 10.000 años los primeros pobladores se asentaron en el actual territorio de Zacatecas, el lugar era un inagotable paraíso natural. Entre las tribus más importantes se destacaron los zacatecas y de allí el nombre de este estado. El vocablo significa “habitantes de la tierra donde abunda la hierba” en lengua náhuatl.
Ya con la llegada de los españoles, y debido a la riqueza de su suelo, la ciudad se convirtió en la segunda más importante de la Nueva España, después de Ciudad de México.
Zacatecas fue un importante polo comercial, minero y religioso. Varias órdenes religiosas se instalaron a mediados del año 1500, siendo la franciscana las más destacada.
Zacatecas ofrece verdaderas gemas arquitectónicas labradas con la misma plata y minerales extraídos de sus entrañas. Un lugar en el mundo dueño de una riquísima historia y tradición que vale la pena desentrañar.
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Caminar, caminar y caminar
El gran poeta español Antonio Machado lo puso en palabras y Joan Manuel Serrat le puso música: “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”. El escritor sevillano bien podría haberse inspirado en Zacatecas, porque aquí la idea es perderse y disfrutar a cada paso de su inigualable arquitectura colonial. El magnífico centro histórico -declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993- deja a sus visitantes sin aliento. Y no solo por las subidas y bajadas -que las hay, y muchas- sino por una belleza y variedad singulares.
También se destacan, la Plaza de Armas, la Catedral de Nuestra Señora de Zacatecas, el Palacio de la Mala Noche y, por supuesto, caminar por la encantadora avenida Hidalgo.
¿Mezcal? ¿Qué es eso?
¿Cuánto sabes de esta emblemática bebida alcohólica mexicana producto de la destilación del corazón del agave o maguey? Aquí es posible aprender. La Ruta del Mezcal, en Zacatecas, es un viaje al corazón de la historia y la producción de esta milenaria bebida alcohólica. El viaje incluye la visita a haciendas, plantaciones y pueblos vinculados a la producción de este elixir mexicano.
Durante este paseo, los maestros mezcaleros enseñan a beberlo a besos. Sí, leyó bien, a besos; por lo que no quedará otra que abrir los sentidos y el corazón a esta experiencia única.
Disfruta de las callejoneadas
Son mucho los pueblos del mundo que tienen sus celebraciones basadas en su música y peregrinajes, y Zacatecas tiene las propias: las callejoneadas.
Al ritmo del tambor, zacatecanos y turistas recorren el centro histórico de la ciudad guiados por un burro cargado de barricas de mezcal. Hay diferentes recorridos dependiendo del día de la semana y las celebraciones son siempre en horarios nocturnos. Una experiencia inolvidable.
La Quemada, misterios y leyendas aztecas
Algo menos de 50 km separan la ciudad de Zacatecas de un sorprendente vestigio prehispánico: La Quemada.
Basta ver fotos del lugar para querer visitarlo. Este sitio arqueológico situado en el municipio de Villanueva es objeto de variadas interpretaciones que aún se encuentran en estudio. El espacio posee un gran salón de columnas con su plaza central y sus laberínticos muros son una verdadera maravilla. Hay también una cancha de pelota y una pirámide llamada Volitiva. El lugar es una intriga, ya sea para historiadores y arqueólogos, como para los turistas que la visitan y no dejan de asombrarse.
Gusto por viajar… y por comer
Pasear y descubrir siempre despiertan el apetito, y también aquí, Zacatecas, sorprende. No es una novedad decir que la comida mexicana es magnífica y este estado mexicano no hace más que elevarla. Zacatecas ofrece variedad, calidad y una distintiva oferta gastronómica.
El mole, la cola de res y el pozole zacatecanos son cosa seria. También las enchiladas y el conejo zacatecano son manjares dignos de probar. En cuanto a sus bebidas, no todo es mezcal por estos lares. El agua cuaresmal, el aguamiel y los vinos de perón y de caña son algunas de las delicias locales que es posible degustar y disfrutar. ¿Amante de los dulces? Pues la oferta en este departamento también es amplia y variada. Los dulces de nopal, tuna y cajeta son delicias que merecen ser degustadas, así como las calabacitas con leche y los batidos de calabaza y camote.
Más, mucho más…
Zacatecas ofrece a mano abierta como es el caso del Museo Pedro Coronel y su variada colección de arte, donde no faltan las obras de Picasso, Miró, Dalí y Rivera. A unos 40 minutos por carretera está la mágica ciudad de Jerez, donde comprar artesanías en sus calles de ensueño es un verdadero placer. La Sierra de Cardos es una experiencia magnífica. Más alejado, a algo más de 200 kilómetros al sur, se encuentra el pueblo mágico de Nochistlán. Allí es posible visitar su centro histórico, el Templo de San Sebastián, los canales del sistema hidráulico de Nochistlán y el Salto de Toyahua.
El estado de Zacatecas, su capital, la homónima Zacatecas, y los bellos pueblos aledaños ofrecen al visitante una inmersión a la historia de nuestros pueblos y un sinfín de emociones y placeres dignos de experimentar. Anímense a conocer y disfrutar. Al fin y al cabo, ¿de qué se trata esto de viajar por el mundo?
Si ese es su plan, déjese sorprender… Zacatecas lo espera.
¿Sabías que…?
Zacatecas se encuentra entre las ciudades más altas de México, a 2.469 metros de altura.
El festival de folclor de Zacatecas recibe más de 200.000 personas cada año durante 8 días.
Un 23 de julio de 1914, Zacatecas protagonizó una de las grandes batallas de la historia nacional que definió la suerte de la revolución mexicana.
En octubre se celebra el Festival Internacional de Teatro de Calle, un espectáculo único a cielo abierto.