(CNN Español) – Un denunciante que terminó denunciado.
Así se podría resumir el origen del actual proceso penal que enfrenta el expresidente Álvaro Uribe en la Corte Suprema de Colombia, acusado de manipulación de testigos.
El expresidente Uribe, del oficialista Centro Democrático, denunció judicialmente al senador Iván Cepeda, del opositor Polo Democrático, al asegurar que ofrecía beneficios jurídicos a varios exparamilitares presos para que lo vincularan con esos grupos armados de extrema derecha.
El principal testigo en el caso contra Uribe es el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve actualmente en la cárcel, quien le dijo a Cepeda en esta entrevista, grabada por el senador en 2013, que en la finca “Guacharacas”, propiedad de la familia Uribe, se habría formado un grupo paramilitar. La familia de Monsalve trabajaba en esa hacienda y por eso, él afirmaba conocer de primera mano los hechos.
El video formó parte de un debate en el congreso promovido por Cepeda contra los paramilitares en Colombia y sus patrocinadores.
Uribe negó los señalamientos, tanto en el debate legislativo como en pronunciamientos posteriores.
Decidió llevar el caso a la corte y denunciar a Cepeda por las graves acusaciones. Argumentó que Monsalve y otros testigos habían sido manipulados y presionados. A través de sus abogados Monsalve negó haber recibido cualquier tipo de beneficios jurídicos o económicos de Cepeda por sus declaraciones.
Pero los magistrados no solo no encontraron elementos suficientes para exonerar a Cepeda, sino que decidieron investigar a Uribe tras encontrar las que consideran pruebas y testimonios nuevos que involucrarían al expresidente en las mismas prácticas de las que acusaba al senador Cepeda.
“A mí me hicieron 21.000 interceptaciones telefónicas, a las llamadas y a los mensajes. No hay una palabra mía que viole la ley”, dijo el 4 de septiembre Uribe.
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Estas declaraciones a CNN son de las pocas que ha concedido el exmandatario sobre el proceso que enfrenta en la corte suprema de justicia.
“Hay muchos testigos que han dicho que los manipularon en contra mía. Que fueron a ofrecerles beneficios y eso es lo que está ahora en proceso. La corte los está llamando a todos. Ahora está haciendo lo que debió hacer la corte antes de llamarme a indagatoria”, añadió en ese entonces.
El senador Iván Cepeda ha preferido no hacer mayores comentarios y pidió respetar la independencia de los magistrados.
“Con el fin de evitar cualquier acción que pudiera ser interpretada como intencionalmente dirigida a perturbar o a constreñir a la contraparte, a pesar de tener derecho a hacerlo, no concurriremos a las diligencias de indagatoria”, afirmó esta semana.
Desde este domingo se han registrado varias manifestaciones de apoyo a Uribe.
También las ha habido de rechazo, por parte de sectores que consideran que el exmandatario debe responder por este y por otros 59 procesos penales y políticos que enfrenta ante esta Corte y ante la comisión de acusación del Congreso.
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Los cargos van desde la injuria y la calumnia hasta concierto para delinquir y compra de votos.
Uribe insiste en que se trata de una persecución política.
Después de escuchar los descargos de Uribe, en sesión privada este martes, el magistrado César Reyes evaluará el voluminoso expediente judicial para decidir, con sus colegas de la sala penal de la corte, si llaman a juicio al ahora senador o archivan el caso.