Nota del editor: David Bittan es abogado. Analista de temas políticos e internacionales. Columnista del diario el Universal de Venezuela. Ha participado en el Congreso Judío Mundial. Es miembro del American Jewish Committee y de la Federación de Comunidades Judías de España.
(CNN Español) – Las recientes elecciones en Argentina traen, más que a un nuevo presidente, a una vieja vicepresidenta. Si apreciamos a Alberto Fernandez de manera aislada no habría tanta preocupación, pero su compañera está señalada e investigada en más de 10 casos, y no solo de corrupción, por eso el temor es razonable.
Los resultados electorales no han sido como las encuestas señalaban. Mauricio Macri, con algún tiempo más pudo haber sido reelegido: 10 puntos en Argentina es nada. La fotografía final es la de un país dividido en dos.
En este momento hay dos procesos en Argentina: el de la transición política en la que Macri da lecciones de civismo y el del armado de poder. En el proceso del armado de poder, Cristina Fernández de Kirchner, necesariamente, tiene que juntarse con su pasado, pero Alberto Fernández llega con aires de renovación. Ojalá pueda imponer su fórmula. Hay nombres que son del agrado de uno, pero no de la otra. Dependiendo de cómo queden los cargos se verá quién manda. Este es el trabajo más duro que tiene hoy el presidente electo.
Hay un contrapeso a este nuevo gobierno y está en el Congreso. Adicionalmente, Macri será el líder de la oposición y representará a la alianza Juntos por el Cambio, que es la unión de tres partidos políticos.
Lo de Argentina es un caso de estudio. No es normal que se elija a quien se investiga por presuntamente haber saqueado a un pueblo. Se aprecia que allí hay suficientes componentes como para que los políticos utilicen el resentimiento acumulado como herramienta y justificar así sus fracasos en la persona de otros.
Por lo pronto Cristina Fernández de Kirchner viajó a Cuba para visitar a su hija, Florencia, enferma por el estrés causado ante las acusaciones de la justicia o, quizás, opino, ¿para recibir instrucciones? ¡Susto!
No vienen momentos fáciles para Argentina. Macri deja muchas tareas pendientes. También se necesita dinero para sobrevivir y las fuentes exigen garantías y medidas económicas.
Magistralmente, la científica Hilda Molina señala: “Odio, poder y dinero, ahí está la ideología del Socialismo del Siglo XXI…Fidel le llamaba la revolución silente…y yo…me doy cuenta hasta qué punto han contaminado la libertad de pensamiento del ser humano”.
Después de este salto hacia un pasado gris, no lloro por ti, Argentina.