(CNN Español) – Tras los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad en la ciudad de Cochabamba, que dejaron ocho personas fallecidas, según confirmó a CNN Nelson Cox, el defensor del Pueblo de esa ciudad, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos Michelle Bachelet manifestó su preocupación por la situación de violencia en Bolivia, país que según ella “está dividido”.
En un comunicado, Bachelet asegura que tiene información de al menos 17 personas que han muerto en el contexto de las protestas, pero especifica que “mientras las primeras muertes se produjeron como resultado de enfrentamientos violentos entre manifestantes rivales, las más recientes parecen derivar de un uso innecesario o desproporcionado de la fuerza por parte de personal policial o militar”.
Agregó que realmente le “preocupa que la situación en Bolivia pueda salirse de control si las autoridades no la manejan cuidadosamente”, motivo por el cual, a través de este mensaje, la alta comisionada le pide a las fuerzas de seguridad que cumplan las normas y estándares internacionales en materia de uso de la fuerza, además de asegurar el derecho a la vida y a la integridad física de las personas involucradas en la protesta.
“En una situación como esta, las acciones represivas de parte de las autoridades simplemente avivarán más esa ira, y pueden poner en peligro cualquier camino de diálogo posible”, dijo Bachelet.
Según lo expresado en el comunicado, más de 600 personas han sido detenidas en Bolivia desde el 21 de octubre. Solo en Cochabamba, tras los enfrentamientos del 15 de noviembre, más de 120 personas fueron detenidas, según el defensor del Pueblo.
La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ni el gobierno que encabeza han reaccionado oficialmente al comunicado de Bachelet.