Nueva York (CNN Business) — Airbnb y el Comité Olímpico Internacional (COI) anunciaron el lunes una nueva asociación que ampliará la disponibilidad de viviendas en las ciudades anfitrionas y podría reducir los costos crecientes de organizar el espectáculo deportivo.
El acuerdo es “económicamente potenciador, socialmente inclusivo y ambientalmente sostenible”, dijeron el COI y Airbnb en un comunicado conjunto.
El acuerdo significa que algunas viviendas de Airbnb estarán disponibles para visitantes y trabajadores. Las nuevas opciones de vivienda podrían reducir la necesidad de construir nuevos hoteles. El COI confirmó a CNN Business que la Villa Olímpica, donde se hospedan los atletas que compiten, no será reemplazada por viviendas de Airbnb.
Las ciudades anfitrionas olímpicas tienen que planificar, pagar y construir proyectos de infraestructura masivos que cuestan miles de millones de dólares, en gran parte con dinero de los contribuyentes. Se deben construir miles de habitaciones de hotel para albergar a atletas y turistas. Una vez que termina el evento, las ciudades se quejan de la infraestructura que no se utiliza. Y los retornos económicos prometidos rara vez se hacen realidad.
El acuerdo comienza en los Juegos Olímpicos de verano del próximo año en Tokio y abarca cinco olimpiadas de verano e invierno hasta 2028 en algunas de las principales ciudades turísticas del mundo, como París, Milán y Los Ángeles. Los términos financieros no fueron revelados.
Airbnb también se convierte en un socio global, lo que significa que la marca se presentará junto con las más reconocidas del mundo, incluidas Visa, Coca-Cola y Alibaba. La visibilidad le dará a Airbnb un impulso antes de su próxima salida a bolsa que podría ocurrir en 2020.
La medida también podría ayudar a pulir la imagen de Airbnb. Varias ciudades de todo el mundo han estado luchando contra la compañía de hospedajes a corto plazo por el “turismo excesivo”; es decir, el número de turistas supera la cantidad de habitantes locales y hace que la vida sea inasequible.
Por ejemplo, Barcelona aprobó nuevas regulaciones que frenarían la construcción de hoteles en el centro de la ciudad y pondrían un límite a los alquileres de casas privadas en 2017. Otras ciudades, como Amsterdam, Londres, París y Jersey City, la han seguido. Airbnb se defendió e impuso límites de alquiler y dijo que ha trabajado con los gobiernos locales en nuevas reglas para compartir las viviendas.
La compañía ha introducido un programa llamado “One Host, One Home” para evitar que las personas enumeren y promocionen múltiples propiedades en la plataforma en algunas ciudades.