(CNN Español) – En la tarde de este martes fue evacuado un grupo de diez personas –conformado por siete madres de manifestantes detenidos, dos activistas y un niño– que permanecían retenidas desde el lunes en la Catedral Metropolitana de Managua, demandando la libertad de sus parientes, según informó el padre Rodolfo López, vicario de ese templo. La evacuación recibió el apoyo de la Cruz Roja, indicó López.
De acuerdo al rector de la catedral, el padre Luis Alberto Herrera, los sacerdotes resguardaron a los manifestantes opositores en un espacio del edificio, luego de que grupos afines al gobierno del presidente Daniel Ortega ingresaran al templo y agredieran a un sacerdote y a una religiosa. La Arquidiócesis de Managua informó de ese incidente en una nota de prensa este lunes.
CNN ha tratado de comunicarse con Idania Castillo, enlace con agencias internacionales del Consejo de Comunicación y Ciudadanía del Gobierno, pero no responde a nuestros llamados.
Este martes, un grupo de personas que dijeron en el oficialista Canal 4 ser parte de la comunidad San Pablo Apóstol, permanecieron en el templo. Dijeron que oraban y protestaban por el que llaman mensaje de odio de algunos sacerdotes desde los púlpitos y también denunciaron que algunos clérigos siguen el mensaje de líderes de la que califican de “intentona golpista”.
La Comisión lnteramericana de Derechos Humanos condenó este martes, a través de un comunicado, la violencia contra madres y religiosos por parte de civiles y exigió al Estado investigar los hechos, detener el asedio a templos y a familiares de presos políticos y expresó su preocupación por los cargos que enfrentan quienes llevaron ayuda a un templo de Masaya donde otras 10 madres realizan una huelga de hambre para exigir la liberación de los detenidos en las protestas que comenzaron en abril de 2018.
Los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua expresaron a través de un comunicado su preocupación por las agresiones físicas contra los sacerdotes, el acoso, asedio e irrespeto contra la Catedral Metropolitana y otras parroquias de la Arquidiócesis de Managua y también por la que consideran es la indiferencia del Estado ante los derechos de los nicaragüenses que manifiestan su dolor y sus necesidades, comprometiendo sus vidas.