Washington (CNN) – La investigación de juicio político contra el presidente Donald Trump lo ha tenido todo: audiencias públicas contenciosas, bombas inesperadas y una buena cantidad de teorías de conspiración.
Los demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos han pasado los últimos dos meses interrogando a testigos y preparando su caso contra Trump. La Comisión de Inteligencia de la Cámara está escribiendo un informe que detallará las acusaciones que podrían convertirse en artículos formales de juicio político, el próximo mes.
Antes de que comience la siguiente fase, he aquí un vistazo a cinco momentos sorprendentes de la investigación de juicio político que cautivó a Washington y cambió el curso de la investigación.
Llamada crucial en un restaurante de Kiev
Durante la primera audiencia pública, el diplomático estadounidense Bill Taylor hizo un anuncio inesperado: recientemente se enteró de que su asistente escuchó una llamada telefónica en la que Trump habló sobre Ucrania posiblemente anunciando investigaciones sobre el ex vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden. No solo eso, sino que la llamada telefónica presidencial se desarrolló en público, cuando su interlocutor estaba en un restaurante lleno de gente en Kiev.
La revelación inició un frenesí. Los periodistas se apresuraron a descubrir la identidad del ayudante. Los demócratas programaron apresuradamente una deposición a puerta cerrada. El asistente, David Holmes, finalmente contó su historia al público en una audiencia de juicio político, la semana pasada, explicando que escuchó partes de una llamada, en julio, entre Trump y el embajador de Estados Unidos en la Unión Europea, Gordon Sondland.
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Bajo juramento, Holmes dijo a los legisladores: “El embajador Sondland respondió que sí, que estaba en Ucrania y continuó diciendo que el presidente (ucraniano) Zelensky, cita “ama tu trasero”. Entonces escuché al presidente Trump preguntar, ¿entonces él va a hacer la investigación? El embajador Sondland respondió que lo hará, y agregó que el presidente Zelensky hará todo lo que tú le pidas”.
Después de que finalizó la llamada, Sondland le dijo a Holmes que a Trump “no le importa una m***** Ucrania” y que solo se preocupaba por las “cosas importantes”, como la investigación de Biden, según la declaración de Holmes.
El fascinante testimonio ató aún más a Trump al esfuerzo de exprimir a Zelensky y dañar la campaña de Biden. Fue un giro sorprendente, porque pocos habían oído hablar de Holmes cuando comenzó la investigación. Al final de las audiencias públicas, su rostro estaba pegado en toda la televisión nacional.
¿Intimidación de testigos en tiempo real?
Trump anotó un gol en su propio arco durante una de las audiencias gracias a su propio tuit.
En el estrado de los testigos estaba Marie Yovanovitch, la diplomática de carrera que fue embajadora de Estados Unidos en Ucrania hasta su destitución a principios de este año. Trump la retiró del puesto en medio de una campaña en la sombra de meses en su contra, llena de mentiras, montada por algunos de los aliados más cercanos de Trump.
Yovanovitch estuvo allí para contar la historia de su destitución, que es una parte importante del escándalo de Ucrania, pero siempre ha sido un punto secundario de la trama de los tratos potencialmente impecables de Trump con Zelensky. Pero las cosas se salieron de los rieles después de que Trump se involucró con un tuit, atacando a Yovanovitch y culpándola por los problemas en los países donde sirvió.
“Bueno, es muy intimidante”, dijo Yovanovitch, durante la audiencia, sobre el tuit de Trump. “No puedo hablar sobre lo que el presidente está tratando de hacer, pero creo que el efecto es intimidante”.
El texto del tuit difícilmente podría justificar un cargo penal por manipulación de testigos, pero los demócratas se abalanzaron de todos modos. Algunos de los principales demócratas sugirieron que podrían incluir los ataques de Trump contra Yovanovich en un artículo de juicio político por obstruir los procedimientos del Congreso.
Aliado de Trump implicó a casi “todos”
Mucho puede cambiar entre una deposición a puerta cerrada y una audiencia televisada a nivel nacional. Eso fue cierto para Sondland, el diplomático neófito que donó 1 millón de dólares para la toma de posesión de Trump.
Sondland fue inicialmente visto por muchos como un testigo amigable con Trump que podría apegarse a la línea del partido, a pesar de que desafió las órdenes del Departamento de Estado y se presentó para una deposición.
Pero las cosas comenzaron a desmoronarse bastante rápido, y Sondland se vio obligado a revisar su testimonio con una declaración jurada que decía que le dijo a un funcionario ucraniano que probablemente no obtendrían la ayuda militar congelada de Estados Unidos hasta que Zelensky anunciara las “investigaciones”, una referencia a la investigación sobre Biden.
Luego, cuando llegó el momento de testificar en público, Sondland realmente subió el calor. Confirmó, en términos explícitos, que efectivamente había un “quid pro quo” en proceso, donde se retuvo una invitación de la Casa Blanca hasta que Zelensky anunciara las investigaciones sobre los rivales políticos de Trump.
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“Todos estaban informados”, dijo Sondland repetidamente, describiendo cómo discutió el plan con el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence; el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el secretario general interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney. Los tres altos funcionarios han disputado partes del testimonio jurado de Sondland.
Todos estos altos funcionarios ignoraron las citaciones, por lo que es poco probable que alguna vez se vean obligados a dar estas negativas bajo juramento. Pero el testimonio de Sondland los puso en el banquillo más que nunca.
Ucrania supo temprano del congelamiento de la ayuda
Una de las audiencias de juicio político menos observadas trajo una bomba propia.
A la alta funcionaria del Pentágono, Laura Cooper, se le tomó juramento después de la apasionante aparición de Sondland en el Capitolio, que dominó el día. Pero Cooper proporcionó nueva información sobre que los funcionarios ucranianos le preguntaron a su personal sobre la ayuda militar estancada en julio.
La revelación abrió un hoyo en la defensa del Partido Republicano de que Ucrania no pudo haber sido presionada por Trump porque solo se enteraron de los informes de noticias a fines de agosto sobre la asistencia congelada.
No estaba del todo claro, por el testimonio de Cooper, cuánto sabían los ucranianos. Pero Cooper dijo que su personal recibió correos electrónicos de un funcionario ucraniano el día de la llamada de Trump con Zelensky, y que querían saber, “¿qué está pasando con la asistencia de seguridad de Ucrania?”, según lo que ella recordó.
El Pentágono se ha negado a entregar documentos a las comisiones de la Cámara de Representantes, por lo que los investigadores de juicio político y el público podrían no ver los materiales subyacentes en el corto plazo.
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Los funcionarios de presupuesto renunciaron en medio de la frustración
La última persona en hacer una declaración privada, el funcionario de presupuesto Mark Sandy, le dio a los legisladores un paquete de información nueva. Pero extrañamente, no ha sido llamado a testificar en una audiencia abierta.
Sandy, un alto funcionario de carrera en la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés), describió cómo uno de los nombrados políticos de Trump asumió la responsabilidad de la cartera de Ucrania una vez que comenzó a plantear inquietudes. Hasta ese momento, Sandy había firmado el papeleo oficialmente imponiendo los retrasos.
No solo eso, sino que Sandy también testificó que él era parte de un grupo de funcionarios de carrera que enviaron un memorando recomendando que se levantara la congelación porque estaba dañando la seguridad nacional de EE.UU. Esto ayuda a los demócratas a argumentar que Trump socava los intereses estadounidenses para beneficio personal.
También testificó que dos funcionarios de la OMB renunciaron en medio de la agitación por el financiamiento de Ucrania, que incluyó preocupaciones no abordadas de que la retención podría haber sido ilegal. Sandy no pudo decir con certeza que los dos funcionarios renunciaron únicamente por el asunto de Ucrania, pero dijo que ambos funcionarios estaban frustrados por la situación y que dieron a conocer sus desacuerdos antes de renunciar.
Los funcionarios no fueron nombrados en la transcripción de la deposición de Sandy. Un alto funcionario de la administración Trump cuestionó su testimonio y dijo que nadie renunció debido a la retención de ayuda.