(CNN) – Hay una razón por la que caes en el pozo sin fondo de las compras en línea. Un nuevo estudio desglosa algunas de las astutas formas con las que los minoristas digitales engañan a los compradores para que gasten más y acepten costos ocultos.
Los sitios web, según parece, emplean una serie de “patrones oscuros” destinados a engañar u obligar a los compradores en línea a tomar una decisión que no siempre es beneficiosa para ellos, dice el estudio.
Puede que no conozcas ese término, pero ciertamente los has encontrado en línea: tarifas sorpresa al momento del pago, falsa escasez, hacer clic en esa ventana emergente para decir que no, que no deseas ese gran descuento.
Estos patrones pueden causar dolores de cabeza en las bandejas de entrada de los usuarios y abolladuras en sus billeteras. Pero en sus versiones más dañinas, estas tácticas engañosas podrían hacer que los usuarios entreguen datos personales bajo la apariencia de algo bueno.
En un análisis de 53.000 páginas de productos en 11.000 tiendas en línea, investigadores de la Universidad de Princeton y la Universidad de Chicago encontraron al menos un ejemplo en el 11% de los sitios web más populares. La mayoría de ellos eran engañosos, encubiertos u ocultaron información.
Los investigadores desglosaron los patrones oscuros en siete categorías. A cualquiera que haya comprado en línea les resultarán familiares.
Mensajes furtivos o “sneaking”
Estos son los mensajes que ocultan cierta información que, si la hubieras sabido por adelantado, probablemente no estarías de acuerdo.
Por ejemplo, ¿esos 15 dólares adicionales que de repente aterrizaron en tu bolsa de compras? Ese es el método furtivo de los costos ocultos. Muchos minoristas en línea retrasan la avalancha de cargos adicionales, como impuestos y costos de envío, hasta el último paso del proceso de pago, por lo que aterrizan como una sorpresa no deseada.
En ese paso del proceso, la mayoría de los usuarios ya se han comprometido a comprar el artículo. Los costos ocultos, para algunos, no son un factor decisivo, sino una tarifa adicional que se han resignado a pagar.
Urgencia
¿Alguna vez has entrado en un sitio web para una revisión informal solo para encontrarte un ominoso reloj de cuenta regresiva, marcando los segundos restantes de una oferta aparentemente única en la vida?
A veces son falsos, dijeron los investigadores.
Una falsa sensación de urgencia es una forma engañosa de empujar a los compradores a comprar algo para que no se pierdan los precios más bajos por “tiempo limitado”. Pero, como señalan los investigadores, estas cuentas regresivas a menudo se reinician cuando los usuarios actualizan la página. Incluso después de unos días o semanas, esas mismas ofertas siguen disponibles.
Dirección errónea
Estos métodos dirigen a los usuarios hacia o lejos de una determinada opción con lenguaje codificado o visuales obstructivos.
Toma por ejemplo la temida oferta emergente de suscripción: si la opción “Sí, me ENCANTARÍA suscribirme” se contrasta con un texto más pequeño que dice “No, gracias, no me gustan los consejos de cocina gourmet directamente en mi bandeja de entrada” o “No me gustan las grandes ofertas en moda de lujo”, has encontrado lo que los investigadores llaman “confirmshaming” (confirmación vergonzosa).
Si te aparece la misma oferta emergente y ni siquiera puedes encontrar el botón de salida porque es muy pequeño y prácticamente invisible, la interferencia visual te ha embaucado.
Prueba social
Algunos sitios web comparten un flujo constante de compras recientes de sus clientes mientras los usuarios escanean el sitio, en un intento por convencer al comprador actual de unirse a sus pares y comprar.
Los detalles en estas notificaciones son bastante vagos: “Ashley, de Tampa, Florida, acaba de comprar unos pantalones desgastados de talla pequeña”, y parpadean constantemente para que parezca que las compras se producen sin cesar mientras tú, el comprador, simplemente estás mirando.
Los sitios web manipulan las reseñas con el mismo efecto: los investigadores encontraron el mismo testimonio positivo para un producto en dos sitios diferentes, aunque el nombre de quien reseña ha cambiado.
Escasez
Otra herramienta engañosa para atraer a los compradores a su producto. Los sitios web pueden mostrar que ciertos artículos tienen disponibilidad limitada o una gran demanda: “¡Otros 250 usuarios están mirando este producto!” o “Añadido a los carros de 500 personas”, por lo que los usuarios piensan que si no compran un producto ahora, podría agotarse pronto.
La precisión de estos contadores de surtido limitado es cuestionable, pero pueden desencadenar una respuesta de compra impulsiva en los clientes, según el estudio.
Obstrucción
¿Alguna vez te registraste para una suscripción recurrente (o te engañaron para hacerlo) que parecía imposible de cancelar? Eso también es a propósito.
Los métodos de obstrucción hacen que sea más difícil cancelar esas decisiones que parecían tan fáciles de tomar. Los sitios web a menudo no revelan que la cancelación de una suscripción o membresía no es tan sencilla, incluso si se ofrecen como posibles de cancelar en cualquier momento.
Acción forzada
Algunos sitios web bloquean a los usuarios a menos que acepten los términos y condiciones o se registren para acceder. Esto es lo que el equipo llama “acción forzada”, cuando los compradores no pueden completar una acción sin entregar alguna información personal. De esta manera, los sitios web conocen más sobre los compradores de lo que estos hubieran consentido.
¿Qué hacer?
Marshini Chetty, coautora del artículo y profesora asistente de ciencias de la computación en la Universidad de Chicago, dijo que el equipo discutió sus hallazgos con la Comisión Federal de Comercio y los patrocinadores del bipartidista proyecto de ley de Reducción de Experiencias engañosas para Usuarios en Línea (conocida como DETOUR), propuesto para prohibir los patrones oscuros en línea.
“A menudo, están tratando de hacer que el usuario tome una decisión que tal vez no hubiera tomado si estuviera completamente informado. En Internet, podrían estar afectando a miles o millones de personas, y realmente no entendemos completamente cuál es su impacto en la toma de decisiones”, dijo Chetty.
En cuanto a los compradores, el conocimiento es poder. Y si ves un reloj de cuenta regresiva o tarifas adicionales en tu carrito de compras, podrías pensarlo dos veces antes de comprar.