(CNN) – Médicos compartieron este jueves detalles de lo que le ocurrió al cerebro de un diplomático que podría ser víctima de los llamados ataques acústicos que han afectado a docenas de personas en Cuba y China.
Los investigadores revelaron los resultados de un análisis independiente sobre el cerebro de Mark Lenzi, un diplomático estadounidense que tenía su posición en Guangzhou, China, cuando en 2017 comenzó a experimentar síntomas inexplicables como dolor de cabeza, dificultad para leer, irritabilidad, así como problemas de memoria y sueño.
La resonancia magnética hecha a Lenzi arrojó varios resultados: 20 regiones de su cerebro presentaron volúmenes “anormalmente bajos”, incluidas aquellas involucradas en la memoria, la regulación emocional y las habilidades motoras que pueden correlacionarse con los síntomas de Lenzi, dijeron los médicos. De las 107 regiones que observaron, también encontraron tres que tenían volúmenes más grandes. Dijeron que las partes del cerebro con bajo volumen pueden reflejar una lesión cerebral, mientras aquellas con mayor tamaño podrían ser evidencia de que otras partes de su cerebro han compensado.
Los análisis, sin embargo, no revelan la causa. Eso sigue siendo un misterio.
“No hay un arma que pruebe del crimen”, señaló el Dr. Edward Soll, director médico de The Concussion Group y uno de los radiólogos que evaluó los escáneres cerebrales de Lenzi. Aún así, mirando el compendio de pruebas, “sería difícil no concluir que hubo un daño grave en el cerebro de este caballero”, agregó.
Los “ataques acústicos”, como son denominados, se conocieron inicialmente por afectar a personal del gobierno Estados Unidos en La Habana, Cuba, a partir de finales de 2016. El Departamento de Estado anunció el año pasado que también estaba investigando eventos similares en China, expandiendo una alerta de salud allí. El Secretario de Estado Mike Pompeo describió los detalles médicos en los dos lugares lugares como “muy similares y totalmente consistentes” entre sí.
Un estudio publicado en julio también descubrió variaciones cerebrales entre 40 miembros del personal estadounidense afectado por los eventos en Cuba al compararlos con 48 adultos sanos. Las diferencias incluyeron algunas medidas de volumen y vínculos entre diferentes regiones del cerebro. Sin embargo, los autores de la investigación anterior señalaron que la importancia clínica de los hallazgos era incierta, y no tenían resonancias magnéticas previas de los pacientes para poder saber cómo estaba su cerebro antes del incidente. Además, estos patrones no se ajustaban a una imagen clara de algún trastorno específico, según los investigadores.
“Ciertamente no se parece a las imágenes de una lesión cerebral traumática o conmoción cerebral, aunque sí presentan síntomas clínicos similares a los de una conmoción cerebral”, le dijo a CNN previamente sobre los pacientes cubanos Ragini Verma, uno de los autores del estudio y profesor de radiología y neurocirugía en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania.
“Nos revelan que sucedió algo, y tenemos que mirar más allá, y eso es todo”, indicó Verma.
En ocaciones anteriores, los pacientes cubanos describieron haber escuchado sonidos “intensamente fuerte” provenientes de una dirección específica, que describieron como “zumbidos”, “rechinar metal” y “chillidos penetrantes”.
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Sin embargo, los expertos dijeron que es poco probable que el ruido en sí haya causado los síntomas.
“En realidad, no creemos que el problema haya sido el sonido audible”, dijo anteriormente a CNN el Dr. Douglas Smith, director del Centro de Reparación y Lesiones Cerebrales de la Universidad de Pensilvania. “Creemos que el sonido audible fue una consecuencia de la exposición”.
La senadora de Nueva Hampshire Jeanne Shaheen dijo en un comunicado el jueves que los hallazgos de Lenzi subrayan la importancia de sus esfuerzos para incluir una disposición en el último proyecto de ley de gastos del Congreso para garantizar que los trabajadores del gobierno afectados en lugares como Cuba y China tengan acceso a atención médica a largo plazo.
“Estas lesiones y el tratamiento posterior por parte del gobierno de los Estados Unidos han sido una pesadilla viviente para estos servidores públicos dedicados y sus familias”, dijo Shaheen. “Nuestros diplomáticos, el personal y sus familias en China y Cuba experimentaron lesiones desconcertantes mientras servían a nuestro país, y deben estar seguros de que nuestro gobierno los respaldará mientras continúan su camino hacia la recuperación”, completó.