Nota del editor: María Cardona es comentarista política de CNN, estratega demócrata y directora de Dewey Square Group. Fue asesora senior de Hillary Clinton y fue directora de comunicaciones del Comité Nacional Demócrata. También es exdirectora de comunicaciones del Servicio de Inmigración y Naturalización. Las opiniones expresadas en este comentario son únicamente las de la autora.
(CNN Español) – El próximo martes, en Iowa, los demócratas tendrán el último debate de la temporada de las primarias presidenciales del año 2020, en vísperas de las asambleas de votantes en ese mismo estado. Será una discusión donde la política exterior y la seguridad nacional probablemente sean los temas de mayor importancia.
Históricamente, a los demócratas no les ha ido bien cuando compiten en el escenario nacional con los republicanos en estas dos asignaturas. Las cuestiones de política exterior ayudaron a Ronald Reagan a ganar su primer mandato y a George W. Bush a ganar su segundo. Los demócratas han sido pintados por sus oponentes como débiles en seguridad nacional, lo que les ha funcionado a sus contrincantes electorales.
Pero ahora los demócratas tienen una excelente oportunidad para cambiar esta situación y describir al presidente Trump como una grave amenaza a nuestra seguridad nacional. Incluso antes de que Trump se convirtiera en presidente, 50 expertos republicanos en seguridad nacional declararon que sería “peligroso” si él ganaba las elecciones.
Tenían razón.
Desde entonces, las críticas a la ineptitud e incapacidad de Trump para ser comandante en jefe solo han aumentado, y han venido desde diversos miembros de las comunidades de inteligencia, relaciones exteriores y seguridad nacional.
De hecho, 58 exfuncionarios de esa área criticaron la declaración de emergencia nacional que firmó Trump en la frontera con México. Afirmaron que esto subvertiría los intereses de seguridad nacional del país, agravaría la crisis humanitaria que su propia administración causó y nos haría menos seguros.
Tenían razón.
En septiembre, 300 profesionales de seguridad nacional firmaron una carta condenando las acciones de Trump hacia Ucrania, apoyando una investigación de juicio político. El argumento central fue que, al poner sus intereses políticos por delante de los del país, Trump había abusado de su poder y había dejado de lado los intereses nacionales de Estados Unidos en el proceso.
Tenían razón.
Luego, en octubre, 90 expertos en seguridad nacional firmaron una carta apoyando al denunciante de la comunidad de inteligencia, cuya identidad Trump sigue amenazando con revelar y a quien incluso ha llamado ‘traidor’. Los especialistas declararon el derecho y la responsabilidad del denunciante de exponer las irregularidades en el gobierno.
Tenían razón.
En resumen, las deficiencias de Trump en temas de seguridad nacional han sido demostradas en los últimos tres años de su presidencia. Estas advertencias y declaraciones no provienen de partidistas demócratas sino de expertos en el área, muchos de ellos republicanos, que han trabajado como funcionarios en administraciones pasadas de ambos partidos.
Pero el martes podemos, y debemos, ver declaraciones más fuertes y de indignación por parte de los seis candidatos demócratas que llegaron al debate. Son el exvicepresidente Joe Biden, los senadores Bernie Sanders (Vermont), Elizabeth Warren (Massachusetts), Amy Klobuchar (Minnesota), el exalcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, y el multimillonario activista Tom Steyer.
Biden tiene la mayor experiencia en seguridad nacional del grupo, y debería utilizarla para diferenciarse del resto de los candidatos. Será criticado por su voto a favor de la guerra en Iraq, pero puede aprovechar esta oportunidad para decir que se equivocó y que aprendió el terrible efecto que la información errónea puede tener en un país, que muy probablemente se esté repitiendo ahora mismo con las provocaciones de Trump con Irán.
Es importante destacar que Biden puede usar su conocimiento en asuntos internacionales y sus relaciones con líderes mundiales para asegurarle al pueblo estadounidense que él comprende la importancia de la diplomacia, y que sabe cómo navegar los obstáculos en un escenario global que es increíblemente complicado y que el líder de este país debe comprender.
Sanders, Warren y Klobuchar pueden usar su trabajo de política exterior en el Senado y su apreciación y comprensión de cómo funciona el mundo.
Buttigieg ha podido usar efectivamente su experiencia en el campo de batalla y su perspectiva como veterano de guerra como una fortaleza contra Donald Trump, quien mintió sobre las espuelas óseas para evitar servir en el ejército de Estados Unidos.
No hay competencia entre estos demócratas y Donald Trump en términos de quién puede ser un mejor comandante en jefe.
Trump gobierna por medio de la red social Twitter, en la cual está todo el día, en vez de ocuparse de ser presidente. Ha rechazado, e incluso insultado, a nuestra comunidad de inteligencia, para luego usarla como excusa para ponernos al borde de la guerra con Irán. Su actitud caótica es lo más alejado de la mano firme y la mente equilibrada que el país y el mundo necesitan tan desesperadamente en este momento.
También necesitamos un comandante en jefe en el que podamos confiar, algo que el público no puede hacer con las palabras que vienen de Trump, quien ha mentido más de 15.000 veces desde que inició su mandato de acuerdo con el Washington Post, o de su administración, especialmente en asuntos de política exterior.
Es tiempo de elegir a un demócrata.