(CNN Español) – El expresidente de Bolivia Evo Morales se retracta de haber sugerido que en su país se deben organizar ”milicias armadas del pueblo” como en Venezuela.
Morales aseguró en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter el jueves que su “convicción más profunda siempre ha sido la defensa de la vida y de la paz”.
El exmandatario además asegura que no quiere que “nada de lo que diga sea usado como pretexto para perseguir y reprimir a mis hermanos y hermanas”.
La canciller de Bolivia, Karen Longaric, dijo en una rueda de prensa el jueves que la retractación de Morales “es irrelevante”.
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En un evento con la comunidad de Bolivia en Buenos Aires el sábado 11 de enero, Morales hizo un recuento de los hechos de violencia durante las protestas en su contra por las denuncias de fraude electoral, y dijo que “si de acá a poco tiempo, no sé, si volvería, o alguien vuelva, hay que organizar como en Venezuela, milicias armadas del pueblo”.
El comentario sobre las milicias armadas fue rechazado de inmediato por el Gobierno de la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez. El ministro de Justicia de Bolivia, Álvaro Eduardo Coimbra Cornejo, anunció el lunes que iniciarían acciones penales contra Morales por sus comentarios. La Cancillería de Bolivia envió una carta al canciller argentino manifestándole su preocupación por lo dicho por Morales.
La Cancillería argentina, a cargo de Felipe Solá, le confirmó a CNN que no hay una respuesta oficial a la carta enviada desde Bolivia, al tiempo que recordaron que no han reconocido al gobierno interino de Jeanine Añez, al que consideran “de facto”.
La sugerencia de Morales tampoco fue bien recibida por algunos sectores en Argentina, país donde permanece asilado desde diciembre del año pasado. El histórico partido político argentino Unión Cívica Radical criticó que se continúe asilando a Morales y dijo en un comunicado que sus declaraciones “atentan contra la paz y la democracia del país vecino”.
Morales renunció a la presidencia de Bolivia el 10 de noviembre tras intensas protestas por las denuncias de fraude electoral en las elecciones presidenciales que lo dieron como ganador para su cuarto mandato y luego de que los militares le pidieran su dimisión.
Actualmente, es requerido por las autoridades bolivianas para responder a cargos de sedición, terrorismo y financiamiento al terrorismo.