(CNN) – Los planes del príncipe Enrique para una “vida más pacífica” fuera del centro de atención real ya quedaron en duda cuando se reunió con su esposa, Meghan, y su hijo, Archie, en Canadá el martes en medio de una nueva disputa con los paparazzi.
La publicación de fotografías que muestran a la duquesa de Sussex caminando con el bebé Archie y sus perros, en el bosque canadiense, provocó una advertencia de los abogados de la pareja a los medios de comunicación sobre imágenes sin consentimiento, confirmó una fuente real.
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Las imágenes se usaron en varios medios de comunicación, incluso en la portada del periódico sensacionalista británico The Sun.
Enrique ha tenido una relación incómoda con la prensa desde su infancia; criado bajo el resplandor de la publicidad, el joven príncipe vio a su madre, la princesa Diana, luchar contra los paparazzi. Diana murió en París después de una persecución de fotógrafos a su automóvil a alta velocidad.
El año pasado, Enrique aceptó “daños sustanciales” y una disculpa de una agencia de fotografía que usó un helicóptero para tomar fotos de la casa que compartió con Meghan, lo que obligó a la pareja a mudarse.
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El último enfrentamiento llega pocos días después de que la pareja finalizara los términos de su separación de los deberes oficiales de la familia real británica, una medida destinada a permitirles una vida más lejos de la vista del público.
Un portavoz de la realeza le dijo a CNN que no comentarían sobre la agenda privada de la familia.
Fuerte conexión con Canadá
Las fotos en los medios del Reino Unido muestran a Enrique saliendo de un avión, la madrugada del martes, en la isla de Vancouver, donde la familia pasó unas vacaciones de Navidad con la madre de la duquesa, Doria Ragland.
Meghan vivió en el país durante siete años y la pareja dice que tienen una “fuerte conexión con Canadá”.
Los Sussex están listos para embarcarse en una nueva vida en el país, y el primer ministro, Justin Trudeau, dijo la semana pasada que están en curso discusiones sobre quién pagará los costos de su seguridad.
La partida del príncipe del Reino Unido sigue a un período turbulento en el que Enrique y Meghan acordaron renunciar a sus títulos reales y finalizar sus deberes oficiales.
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La pareja hizo el sorprendente anuncio de que iba a abandonar sus deberes reales en Instagram, el 8 de enero, y la reina anunció el sábado que se había acordado un período de transición.
Las conversaciones con la pareja habían estado sucediendo desde hacía meses, dijo la monarca en un comunicado.
“Me complace que juntos hayamos encontrado un camino constructivo y de apoyo para mi nieto y su familia”, decía la declaración.
Según los términos del acuerdo, Enrique y Meghan ya no representarán a la reina como miembros de la realeza y dividirán su tiempo entre el Reino Unido y América del Norte a medida que trabajan para volverse financieramente independientes.