(CNN Español) – Hora y media antes del amanecer, Barry Butler comienza su jornada que lo llevará a tomar las fotografías del paisaje urbano de Chicago más impresionantes de años recientes.
Nacido en Irlanda y residente en Chicago, desde muy joven aprendió que en la vida todo llega a su tiempo. Su pasión es el hockey sobre hielo y esa pasión le cambió el destino. Durante un juego, hace 25 años, recibió un golpe que le fracturó severamente la clavícula.
“A grandes males, grandes remedios”
Con la clavícula destrozada y con ocho meses sin poder hacer mucho con un brazo, Butler se compró una cámara fotográfica y un trípode que le serviría de brazo, y así aprendió el oficio.
Recuerda que eran tiempos en los que había que comprar película para tomar fotos. Un error costaba caro y para ver la foto había que esperar que la revelaran.
“Fue una buena manera de comenzar porque con película uno tenía que aprender a tomar una imagen y a hacerlo bien. Por eso es que hoy me resulta fácil tomar la foto, descargar el material en la computadora y, en unos 30 segundos, publicarla en las redes sociales para que la gente la disfrute”, dice.
Miles de seguidores de sus cuentas en Facebook, Twitter (@barrybutler9) e Instagram (barrybutler) esperan la sorpresa fotográfica del día. Sus amigos lo impulsaron a crear un sitio en Internet para que el público disfrute de su trabajo.
Butler asegura que no manipula las fotografías y que su intención es mostrar una versión auténtica de lo que vio y de lo que fotografía.
El fotógrafo estadounidense Ansel Adams dijo: “Una fotografía se obtiene sabiendo dónde pararse”. Barry Butler aprendió a conocer dónde se pararía cuando, después de una pasantía en una radio local, consiguió un trabajo de reportero de tránsito que incluía salir a trabajar a bordo de un helicóptero.
Chicago, la ciudad ideal
Desde las alturas aprendió a entender la geografía de Chicago y comenzó a prestar atención a la gama de colores del amanecer y el atardecer que iluminan el horizonte quebrado de la ciudad y el lago Michigan.
Las fotografías que publica en las redes sociales al menos dos veces al día son resultado de una planificación minuciosa que comienza con 24 horas de anticipación y actualizaciones a lo largo del día.
“Reviso la información meteorológica. Para mí son importantes las nubes porque dan textura y personalidad, los vientos y todas las variables que puedan hacer de una foto algo especial”, señala. Y agrega: “También voy a explorar el lugar porque, especialmente en el invierno, el paisaje cambia a menudo. Tengo que asegurarme de lo que encontraré al día siguiente porque no me gustan las sorpresas”.
Otro factor para tener en cuenta es la coordinación porque a veces la imagen que desea captar toma mucho tiempo.
Para el fotógrafo, señala, lo importante es saber utilizar el tiempo.
“Estoy en el sitio una hora antes del amanecer y puedo tomar fotos hasta una media hora después de que sale el sol. Tomar la foto propiamente toma solamente unos 45 minutos o menos, según como se desarrollen las condiciones”.
“Lo más importante en la fotografía es la paciencia”
“Es como un pintor que no solo necesita trabajar el cuadro poniendo unos colores y quitando un poco de aquí o de allí para hacer su obra. Lo mismo pasa con la fotografía, le dedico tiempo para que salga la foto. Una vez tomada, me quedo unos minutos porque uno nunca sabe lo que puede pasar”, subraya.
Además de paciencia, la fotografía le ha enseñado a Butler a ser flexible porque, aunque tiene un plan preparado y sabe que en algunos casos solo tiene unos minutos para tomar una foto, puede aparecer un imprevisto que quizás llegue a ser una foto icónica.
Sé flexible
Un apacible atardecer del otoño de 2013, cuando esperaba el momento preciso para comenzar a tomar sus fotos en el malecón del lago Michigan, un hombre que caminaba por allí se atravesó en la sesión.
“Había planificado esta toma, sabía que el sol estaría en un ángulo que iluminaría las hojas doradas del árbol en el otoño, en noviembre. Quería mostrar las hojas en la foto. Yo esperaba y esperaba y justo cuando el sol iba a iluminar las hojas, este señor aparece caminando de aquí para allá. Él estaba a 15 metros de donde yo me encontraba. Debo confesar que pensé muchas palabrotas porque solo contaba con 10 minutos para mi toma y este hombre iba a arruinar mi foto”, recuerda Butler con entusiasmo.
Agrega: “Pensé que se iría para que yo tomara mi foto, pero él se sentó en el banco. Quedé pasmado. Se sentó en el lugar preciso y, rápidamente, tuve que recomponer la foto, hice un poco de zoom y la tomé. Quizá estuvo sentado unos 10 segundos y se fue. Fue una sola foto”.
Hasta ahora, Butler no sabe quién era el hombre. Tras sacar la foto vio el visor de su cámara y cuando levantó la vista, el hombre había desaparecido.
“Para mí, ese momento destaca la importancia de tener paciencia y de no dejar que las cosas se derrumben. Al igual que en la fotografía, uno puede planificar todo lo que desea, pero la vida nos puede dar sorpresas, pero uno puede afrontar las crisis, las cosas se resolverán”, reflexiona.
Butler recuerda que poco después, la alcaldía cambió toda la configuración de la zona donde tomó la foto. Considera que la imagen es única y que se siente afortunado de haberla captado.
De la misma manera que la madre naturaleza en Chicago ofrece un otoño colorido, los inviernos pueden ser crudamente fríos y para algunos, como Barry Butler, son el paraíso.
Armado de un buen equipo fotográfico que puede soportar temperaturas polares y vestimenta especial que presta abrigo a temperaturas de -73 °C, Butler disfrutó el vórtice polar de 2019. Chicago batió récords de temperaturas bajas.
“Solamente duró tres días”
Con temperaturas que llegaron a los 30 °C bajo cero y la sensación térmica de 47 °C bajo cero, varias empresas y las escuelas de Chicago cerraron.
“Una cámara profesional te permite estar fuera, no tomar mejores fotos”
Barry Butler y su cámara estaban fuera tomando imágenes impresionantes que captaron la atención de las televisoras locales y nacionales.
“El paisaje cambiaba cada hora. El vapor maravilloso causado por las temperaturas opuestas del agua y del aire. El río y el lago estaban congelados. Fue un momento realmente mágico”, evoca Butler.
“La mezcla del vapor elevándose del lago Michigan y el sol naciente crearon unos colores inusuales. Cuando tomé la foto me encantó, me dije que iba a ser especial. Cuando la vi lo primero que pensé fue que se parecía a un cuadro de (Claude) Monet”, señala.
Patagonia, espectacular
Tras el invierno de Chicago, Barry Butler viajó por primera vez a América del Sur. Sostiene que los paisajes de la Patagonia chilena y argentina son sorprendentes y un reto para la planificación y la paciencia de un fotógrafo porque las montañas tienen su propio sistema climático.
En Argentina, su plan era fotografiar el atardecer sobre el glaciar Perito Moreno, pero las nubes le tenían una sorpresa.
Butler cuenta: “La nube iba en círculo, casi como un tornado, de pronto esa cosa se abre y sale el sol por la montaña y aparece un halo”.
La nube lenticular fue indescriptible, dice. Y pensó que no podía haber nada mejor que ese paisaje. No había visto nada parecido en Estados Unidos ni en Irlanda.
Cada amanecer y atardecer, Barry Butler estará en algún lugar de Chicago, esperando pacientemente a que la naturaleza caprichosa se ponga sus mejores y coloridas galas para el disfrute de miles de personas.