(CNN Español) – El plan de Eddy Castellanos era simple: dos semanas de vacaciones en un crucero que partiría de San Francisco, visitaría las islas de Hawai y haría una parada en el puerto mexicano de Ensenada antes de regresar al punto de partida.
Pero el inversionista de origen cubano que vive en Miami dice que jamás imaginó que un contagioso virus iba a interferir drásticamente con sus planes. Castellanos, 35, es uno de los más de 3.500 pasajeros y miembros de la tripulación del crucero “Grand Princess” que estuvo anclado en alta mar a unos 80 kilómetros de San Francisco por orden de las autoridades tras confirmarse que 21 personas (19 miembros de la tripulación y dos pasajeros) habían contraído el coronavirus.
Dejar al navío anclado en aguas internacionales fue una decisión del gobierno federal para prevenir la propagación del coronavirus. Un total de 54 nacionalidades están representadas entre las más de 3.500 personas a bordo del crucero.
“Lo que se suponía que iban a ser dos semanas de vacaciones se convirtieron totalmente en una pesadilla. Estamos prácticamente presos en nuestras habitaciones y no nos dejan salir en lo absoluto”, le dijo Castellanos a CNN en una llamada telefónica desde su camarote en el Grand Princess.
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El Grand Princess llegó este lunes al mediodía al puerto de Oakland, California; pero ese no será el final de la odisea para los pasajeros como Castellanos. Los pasajeros pasarán otras dos semanas en cuarentena en bases militares de California, Texas y Georgia.
Desembarcar a todos los pasajeros a bordo del Grand Princess será “un proceso de varios días”, indicó el domingo en un comunicado Princess Cruises, la empresa a cargo del crucero.
El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas declaró que la evacuación será un proceso que se llevará a cabo paso a paso, dándole prioridad a los pasajeros más vulnerables.
“Para empezar, hay algunos niños en condición comprometida que deben desembarcar. Hay gente con otras complicaciones que debe hacer lo mismo. Hay que desembarcar a los estadounidenses que viven en California. De la misma forma hay que ayudar a los que tienen que tomar vuelos a distintos lugares,” dijo el doctor Fauci.
Castellanos dice que, aunque la espera ha sido frustrante, por lo menos no ha pasado hambre. “En ese aspecto estamos bien. Nos mantienen la alimentación básica, nos dan agua, nos traen alimentos. Ayer nos trajeron más alimentos”, dijo Castellanos, un aficionado a los cruceros quien dice que ha tomado alrededor de 30 en su vida.
El también dueño de una empresa de volquetes dice que se está preparando mental y emocionalmente para la gran posibilidad de que no pueda regresar a casa en Miami hasta finales de marzo. Eso lo obligará a ausentarse de sus negocios y atender asuntos urgentes vía telefónica.
“Espero que nos hagan la prueba [del coronavirus] tan pronto como lleguemos a la costa y nos saquen del barco. Me imagino que a todos nos dejan en cuarentena por dos semanas que es lo que se demora en salir el virus”, dijo Castellanos.
La línea de cruceros informó que aunque los pasajeros desembarcarán, los 1.113 miembros de la tripulación tendrán que permanecer en el buque cuando zarpe del puerto de Oakland ya que no se ha determinado un plan de cuarentena para ellos.
Madeline Holcombe contribuyó con este reporte