(CNN) – Hay muchas razones para creer que el exvicepresidente de Estados Unidos Joe Biden será el candidato presidencial demócrata a menos que ocurra algún evento estadísticamente improbable. Biden siguió sus impresionantes victorias en el supermartes con otra ronda de fuertes actuaciones en el segundo supermartes y parece que continuará su marcha hacia la candidatura.
Los candidatos en la posición de Biden siempre han ganado la candidatura del Partido Demócrata. Desde 1988, el candidato con ventaja de delegados después de la ronda de contiendas tras el supermartes, ha logrado la candidatura demócrata seis de seis veces en las competencias de las elecciones primarias.
Algunos de ellos lo lograron por poco margen (ver Michael Dukakis en 1988), pero no hay razón para creer que esta sea una de esas situaciones. Biden está cerca de los 150 delegados. Ese liderazgo puede no parecer grande. No se equivoquen: lo es.
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Recuerde: los demócratas asignan a sus delegados proporcionalmente. Una vez que un candidato logra una clara ventaja con un número sustancial de delegados asignados, como lo ha hecho Biden, un oponente debe comenzar a ganar contiendas por grandes márgenes. No es suficiente solo ganar.
La última encuesta nacional de CNN tiene a Biden a la cabeza por 16 puntos. Cuando el senador de Vermont, Bernie Sanders, intentaba detener a Hillary Clinton, hace cuatro años, él estaba por debajo de la mitad de eso.
Quizás Sanders podría tener esperanzas de alguna manera si los mejores estados de Biden hubieran votado. Lo opuesto es verdad.
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Eché un vistazo a nuestra encuesta, pero la limité a aquellos que están en los estados que aún no han votado y a aquellos que respondieron la encuesta después de que la senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren, abandonara la carrera.
La ventaja de Biden se disparó hasta 30 puntos.
Sanders necesitaría aumentar cerca de 10 puntos en los estados restantes para tener una oportunidad realista de ganar la carrera.
El problema para Sanders es que sus mejores estados ya han votado. Lo hace mejor en el oeste (donde los latinos y los progresistas conforman una gran cantidad de votantes), y los dos mayores premios para delegados (California y Washington) ya han emitido su voto, aunque todavía estamos esperando los recuentos de votos finales y las asignaciones de delegados en ambos estados.
Mientras tanto, hay muchos más delegados en el sureste (Georgia y Florida llegarán en unas pocas semanas). Biden ha acumulado regularmente victorias de 30 puntos o más en esta región.
Pero incluso si el sur no tuviera delegados, Biden ha hecho más que suficiente en el norte para ser considerado el favorito. De hecho, ganó todos los estados del Medio Oeste y el noreste en o después del supermartes fuera de Vermont, el estado que representa Sanders. Solo el martes por la noche, Biden obtuvo más votos que Sanders en todos los condados de Michigan y Missouri.
De hecho, los resultados del segundo supermartes apuntan al hecho de que la coalición de Biden es bastante amplia. Está ganando áreas urbanas, suburbanas y rurales. Biden está tomando la pluralidad de votos de afroestadounidenses, blancos sin título universitario y blancos con título universitario. Lo último marca una verdadera desviación para Biden de Clinton en 2016.
La conclusión es que Sanders necesita un milagro para alcanzar a Biden. Es muy poco probable que suceda.