(CNN Español) – Llegar a Machu Picchu -uno de los lugares más mágicos y visitados del planeta- es de por sí excitante, pero hacerlo en un tren panorámico, con ventanas y techo de cristal, que permiten disfrutar de las fabulosas vistas, es una experiencia verdaderamente extraordinaria.
En el Vistadome de PeruRail, cada detalle está pensado. Desde la comida, el bar, el servicio a bordo, las danzas, y un equipo equipo que vela porque la experiencia sea de ensueño.
Lo único que se necesita es la voluntad de dejarse sorprender por el entorno natural. A la espera hay un sinfín de curvas, contracurvas, túneles, montañas nevadas que parecen abrazarnos y una tupida selva tropical.
El recorrido comprende todo y el viajero solo necesita abandonarse ante los escaparates vidriados y dejarse encantar y prepararse para el arribo a las fabulosas ruinas de Machu Picchu.
En camino a la ciudad de Machu Picchu
Felicitaciones para aquellos valientes aventureros sin temor a nada que eligen una de las dos formas de llegar a la ciudad de Machu Picchu, en el corazón de Los Andes peruanos. Nos referimos al Camino del Inca, una travesía homérica preciosa de 3 días y 3 noches que exige valor, fuerza de espíritu y -por supuesto- buenas piernas. Pero para aquellos que prefieren guardar energía para las laberínticas y empinadas escalinatas de la antigua ciudad inca, este tren quizás sea lo más recomendable.
Cuatro opciones, un mismo destino
Son cuatro tipos de trenes diferentes que salen hacia o desde la estación de Aguas Calientes, última parada antes de llegar a las ruinas. Todos ofrecen, de una forma u otra, la posibilidad de mirar hacia el exterior desde el interior de sus vagones. Pero es el Vistadome el que más se destaca, asegurando al pasajero una experiencia estilo burbuja que no nos permitirá siquiera pestañear. Sus hermanos, el Belmond Hiram Bingham, el Perurail Sacred Valley no se quedan atrás y también ofrecen, ya sea desde sus vagones, desde el comedor o desde el coche mirador, la posibilidad de disfrutar el exterior desde sus ventanales.
Dónde, cuándo, cuánto…
Desde las estaciones de Ollantaytambo o Urubamba es posible viajar en cualquiera de las cuatro clases de trenes en cualquier época del año. También puede disfrutar de este viaje desde Cusco, pero solo de mayo hasta finales de diciembre. Entre el 2 de enero y el 30 de abril, PeruRail solo opera el servicio bimodal -en autobús y tren-.
Es posible llegar a Cusco por avión -una hora desde Lima-, en tren -en un viaje de algo más de 10 horas desde Puno-, o por carretera.
PeruRail ofrece 7 siete salidas hacia la estación de Machu Picchu, también conocida como estación “Aguas calientes”. El precio varía según las fechas, la estación de salida y el tipo de tren y horario, pero espere pagar el equivalente de US$90 por un boleto de ida en el Vistadome.
Sea por aire, agua o tierra, en tiempos modernos hay un denominador que parece común. Largas esperas, espacios entre asientos cada vez más reducidos y viajes que se nos hacen interminables. Pero esta vez, la realidad es diferente. Llegar a Machu Picchu es un placer.
Música, danza, gastronomía, vistas y escenarios que quitan el aliento… y por supuesto, la ciudadela de Machu Picchu. Con este preludio, el plato principal, la fantástica ciudadela de Machu Picchu, se convertirá en una experiencia mucho más agradable.