(CNN Español) – La crisis sanitaria por el coronavirus obligó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a pedir una tregua a quienes lo critican por considerar que no tiene una estrategia clara para enfrentar esta contingencia que tendrá severas repercusiones en la economía del país.
“Que ya le bajen una rayita porque está la campaña desbordada”, ha dicho el mandatario al tiempo que ha llamado “a la unidad y solidaridad de todos” durante esta emergencia sanitaria, decretada el pasado lunes por el Consejo de Salubridad Nacional y que ha enviado a sus casas por un mes a millones de personas que realizan actividades no esenciales para evitar un contagio acelerado que sature el sistema hospitalario local.
El mandatario asegura que su estrategia busca blindar la economía popular a través de programas sociales, al tiempo que pide a los empresarios que se comprometan a proteger a los trabajadores para que no pierden su empleo y su salario durante el tiempo que dure la emergencia que se extenderá hasta el 30 de abril.
“Vamos a rescatar al pueblo, esto también que se vaya entendiendo”, advirtió el mandatario y descartó un rescate financiero para las empresas. “Hay algunos que están pensando que los vamos a rescatar, a los de arriba, con idea de esa peregrina, sofisma, de que si le va bien a los de arriba les va a ir bien a los de debajo”, dijo.
Las declaraciones del mandatario tienen molesto a una parte del sector empresarial que opina que mientras el presidente apela a la solidaridad los deja solos en medio de esta turbulencia financiera mundial a causa del coronavirus.
José Manuel López Campos, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, la Concanaco, asegura que es casi imposible que una empresa pueda sobrevivir cerrada y sin ingresos durante un mes sin un mínimo de liquidez que le permita preservar las fuentes de empleo.
Una opción, dice López Campos a CNN, podría ser el financiamiento con programas de gobierno, y la otra tiene que ver con las obligaciones de pago de las empresas.
Su idea va de la mano con las medidas fiscales que el Consejo Coordinador Empresarial sugirió al gobierno del presidente López Obrador para sobrevivir a la contingencia.
En un comunicado publicado este martes el organismo autónomo le pide, entre otras cosas, diferir hasta seis meses la presentación anual correspondiente al ejercicio fiscal 2019 y dar luz verde al pago de impuestos hasta en doce parcialidades.
El presidente ha dejado entrever que, por ahora, no dará marcha en su estrategia ni promoverá beneficios fiscales para el sector.
“Si decimos que no se pague el impuesto sobre la renta o que se reduzca, pues ¿qué va a significar eso? Pues menos ingresos, menos recaudación, y dónde vamos a sacar para darle a los adultos mayores, a los campesinos, para otorgar créditos a las pequeñas empresas familiares”, aclaró el mandatario.
Sin embargo, López Campos asegura que lo que se le está pidiendo al gobierno no es una condonación fiscal sino, tiempos de gracias, diferir los pagos de impuestos para que las empresas puedan tener un respiro y disponer de alguna liquidez.
“Esperemos que el presidente tome en cuenta estas propuestas ahora que anuncie este próximo domingo un plan para la reactivación económica para superar la crisis por el coronavirus”, dice.