(CNN) – El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro se unió el domingo a una manifestación en la capital del país, en la cual los manifestantes pidieron el fin de las medidas de cuarentena y algunos instaron a la intervención militar para cerrar el Congreso y la Corte Suprema.
El Congreso y la Corte Suprema han apoyado las medidas de aislamiento social impuestas por los gobernadores del país.
El presidente no usó una mascarilla y tosió varias veces mientras hablaba ante la multitud de un par de cientos de simpatizantes en Brasilia.
“(Todos deben) hacer lo que sea necesario para que el país tenga el lugar destacado que merece”, dijo. “No negociaremos nada”.
Las reglas en Brasil: los gobiernos nacionales y locales del país han emitido mensajes mixtos sobre cómo comportarse durante la pandemia. Mientras que Bolsonaro ha estado presionando contra las restricciones estrictas, los gobiernos estatales y locales en algunas de las áreas más afectadas de Brasil han cerrado escuelas y todos los negocios menos esenciales, con bomberos y policías en las calles instando a las personas a permanecer en sus casas.
La semana pasada, Bolsonaro despidió a su ministro de salud luego de semanas de enfrentamientos por las medidas de aislamiento social. Durante una conferencia de prensa para presentar a su nuevo ministro, reiteró que las empresas deben reabrirse para garantizar que las consecuencias económicas no sean peores que el virus. Las encuestas, sin embargo, muestran que la mayoría de los brasileños apoyan el aislamiento social.
El domingo, los partidarios de Bolsonaro también organizaron caravanas en diferentes ciudades.
Antecedentes: Brasil tiene el mayor número de casos de coronavirus confirmados en América Latina. Hasta el domingo, el país había reportado 38.654 casos y 2.462 muertes, según funcionarios de salud.