(CNN Español) – El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, arremetió este lunes contra algunos medios locales e internacionales cuyos reportes han puesto en duda las cifras oficiales de casos positivos y muertos por covid-19.
“Hace unos días salió en The New York Times una nota sobre el ocultamiento de muertos, lo mismo que han sostenido algunos medios en México, nada más que ahora lo trae el New York Times”, dijo.
La semana pasada el periódico estadounidense publicó un reportaje en el que señalaba que el gobierno mexicano estaba ocultando cifras sobre un presunto aumento en el número de fallecidos por covid-19 en la capital del país.
El New York Times basó su información en entrevistas a médicos que trabajan en hospitales públicos de la ciudad, en fuentes anónimas y datos oficiales que el propio periódico revisó. También en opiniones de expertos que, según el diario estadounidense, afirman que el gobierno solo contabiliza una pequeña parte de la magnitud de la pandemia ya que está realizando muy pocas pruebas de diagnóstico.
Pero en su conferencia habitual de las mañanas el mandatario mexicano señaló que el NYT no hizo un buen trabajo. b“Actuaron de manera tendenciosa, faltó ética. Entonces si actuamos con apego a la verdad y no mentimos, no robamos, no traicionamos al pueblo, pues no hay nada que temer, aunque se trate de The New York Times”, dijo López Obrador, quien no aclaró las dudas planteadas por el diario estadounidense sobre el conteo de fallecidos en la capital del país.
No obstante, señaló que su gobierno no está cerrado a la crítica.
“Hay polémica y cuestionamientos, se ejerce la crítica y hay vida pública democrática, es muy bueno que esto esté sucediendo, todo lo que se pueda debatir, incluso con noticias falsas que no duran y no tienen efecto”, afirmó.
El jefe del buró del periódico en México, Azam Ahmed, respondió ante los cuestionamientos a la publicación diciendo que ningún miembro del gobierno mexicano había desmentido la información del reportaje, ni los de los demás medios internacionales que también cuestionan las cifras.
El viernes la jefa de gobierno de ciudad de México, Claudia Sheinbaum, también entró en la polémica generada por el NYT. En una conferencia de prensa defendió las cifras oficiales sobre fallecimientos por covid-19 en la ciudad y explicó por qué podrían darse algunas discrepancias en los datos reportados.
“Nosotros informamos a la Secretaría de Salud del Gobierno de México, particularmente al área de epidemiología, las personas que han fallecido que tienen prueba de covid-19, que están establecidas a través de una serie de lineamientos que establece la Secretaría de Salud del Gobierno de México con la Organización Mundial de la Salud”, dijo Sheinbaum, aunque reconoció que hay otras defunciones que las valora un comité técnico para establecer si tienen relación o no con el virus.
“Hay otros fallecimientos también, pero hay un comité técnico de especialistas científicos que determina si estos fallecimientos tienen que ver con covid-19 o no tienen que ver con covid-19 y esas defunciones también se informan todos los días al Gobierno de México”, añadió.
El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, y vocero del gobierno ante la pandemia explicó también que las muertes por covid-19 se contabilizan no solo a través de pruebas de laboratorio sino por un consenso médico: “Porque a veces no se alcanza a hacer la prueba antes del deceso” dijo en una entrevista radial este viernes al periodista Joaquín López-Dóriga.
El funcionario dijo además que el número de casos confirmados mediante pruebas diagnosticadas solo representa una parte de la epidemia, esto luego de que el diario español El País publicara también la semana pasada un reportaje en el que señala que, partiendo de una estimación estadística propia basada en datos oficiales, “México tendría entre 620 mil y 730 mil casos sintomáticos acumulados desde el inicio de la pandemia”.
López-Gatell reconoce que posiblemente se tendrían más: “Que si fueran 2,5 millones o 6 millones no me extrañaría”, dijo en la entrevista con el periodista López-Dóriga.