(CNN) – Hay otro animal más para agregar a esa lista de especies invasoras de las que solo hasta ahora te enteras y que ciertamente no te gustarán.
Los funcionarios en el estado Georgia trabajan para erradicar por completo un lagarto que, según dicen, representa una gran amenaza para algunos de los animales del estado: el tegus argentino blanquinegro, también conocido como lagarto overo.
John Jensen, biólogo de la Sección de Conservación de Vida Silvestre del Departamento de Recursos Naturales de Georgia, dijo que este lagarto puede crecer hasta cerca 1,2 metros y comerse “casi cualquier cosa que quiera”.
“El tegus se comerá los huevos de las aves que anidan en el suelo —incluidas las codornices y los pavos— y de otros reptiles, como los caimanes estadounidenses y las tortugas de tierra, ambas especies protegidas”, según se lee en el sitio web del departamento.
También pueden comer frutas, verduras, alimentos para mascotas y animales pequeños, incluyendo a saltamontes y tortugas de tierra.
Los biólogos creen que los lagartos están en los condados de Toombs y Tattnall.
Los lagartos son nativos de América del Sur, informa el departamento en su sitio web, pesan alrededor de 4,5 kilos o más y viven hasta 20 años. Son de color negro a gris, con bandas blancas moteadas en sus cuerpos.
Y se multiplican rápidamente. No tienen muchos depredadores y las hembras pueden poner alrededor de 35 huevos en un año, indicó el departamento.
Jensen dijo que si bien los lagartos a menudo crean sus propias madrigueras, también pueden usar las de otros animales y desplazarlos.
Y agregó que el departamento está pidiendo al público que informe cualquier avistamiento del reptil para ayudarlos en sus esfuerzos por rastrear y erradicar a los lagartos.
“Si puedes eliminar de manera segura y humana al animal, te alentamos a hacerlo y también queremos esa información”, señaló Jensen.
Los lagartos son legales en Georgia como mascotas, pero Jensen instó a los dueños que ya no quieren a estos animales se comuniquen con las organizaciones de adopción de reptiles.
“Liberarlo a la naturaleza es lo peor que puede hacer”, insistió.