(CNN) – Durante las primeras semanas del brote de coronavirus en Estados Unidos, funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) rastrearon un número creciente de transmisiones en Europa y otros lugares, y propusieron una advertencia global que alertaría a los viajeros sobre los peligros de trasladarse en avión.
Pero pasó cerca de una semana antes de que la alerta fuera emitida públicamente: un importante tiempo perdido mientras cerca de 66.000 viajeros europeos ingresaban a los aeropuertos estadounidenses cada día.
El retraso, detallado en documentos obtenidos por CNN, es el ejemplo más reciente de una creciente sensación de desconexión entre los CDC y la Casa Blanca.
En entrevistas con CNN, funcionarios de los CDC señalaron que los esfuerzos de su agencia por organizar una respuesta coordinada ante la pandemia de covid-19 han sido obstaculizados por una Casa Blanca que toma sus decisiones impulsada por la política y no por la ciencia.
El resultado ha empeorado los efectos de la crisis, aseguraron fuentes dentro de los CDC, y ha relegado a la agencia de 73 años –tradicionalmente encargada de liderar la respuesta de la nación contra las enfermedades infecciosas– a un papel de apoyo.
Las crecientes tensiones entre el liderazgo de los CDC y la Casa Blanca por la percepción de que la agencia ha sido dejada de lado representan una historia que se ha desarrollado en los medios de comunicación durante semanas. Pero ahora, funcionarios de rango medio y alto dentro de la agencia –seis de los cuales hablaron con CNN para esta historia– comenzaron a expresar su descontento. Los seis miembros mencionados hablaron todos bajo la condición de anonimato por temor a represalias.
“Hemos sido amordazados”, afirmó un funcionario actual de los CDC. “Lo difícil es que si hubiéramos actuado antes sobre lo que sabíamos y recomendamos, habríamos salvado vidas y dinero”.
¿Cuándo comenzó la relación deteriorarse?
Las fuentes señalan que el origen de los problemas de confianza entre los CDC y la Casa Blanca se remonta al esfuerzo fallido de la agencia por distribuir pruebas de detección de coronavirus a principios de febrero, cuando la contaminación en el laboratorio provocó largos retrasos. La relación entre las dos partes se deterioró aún más a finales de ese mismo mes, luego de que Nancy Messonnier, alta funcionaria de los CDC, le advirtiera a los estadounidenses –en un momento en que el presidente Donald Trump estaba fuera del país y le restaba importancia la amenaza– que “la interrupción de la vida cotidiana podría ser grave”.
Las consecuencias se han filtrado al público estadounidenses de maneras tangibles.
Una de ellas, que causó consternación dentro de la agencia, involucró la demorada advertencia de viaje a principios de marzo.
A medida que el covid-19 se extendía por todo el mundo, un informe diario interno de los CDC, con fecha del 2 de marzo, atribuyó a Italia la propagación en la región europea, pero también señaló “evidencia de transmisión local en otros 29 países”. Luego, en un reporte de seguimiento dos días después, “85 ubicaciones internacionales” habían informado casos.
El 5 de marzo, con tres de los seis principales países fuera de China afectados por la enfermedad en Europa, los CDC tenían la expectativa de emitir una alerta de viaje global esa misma noche, según un documento de la agencia que destacó que la alerta se había autorizado internamente.
Aunque los CDC ya habían publicado algunas advertencias de viaje para países específicos –como China, Italia, Irán y Corea del Sur– la alerta propuesta habría instado a tomar precauciones para visitar cualquier parte del mundo.
Pero no ocurrió esa noche. Por razones inexplicables, la alerta de viaje que se esperaba fuera publicada el 5 de marzo no se emitió hasta el 11, el mismo día que Trump anunció fuertes restricciones para los vuelos provenientes de más de dos decenas de países europeos.
Cuando se le preguntó sobre este lapso, un funcionario del gobierno de Trump señaló que los CDC emitieron advertencias y alertas a principios de marzo para países específicos con brotes de coronavirus.
El funcionario de la administración también sostuvo que los CDC son una de las muchas agencias que conforman el grupo de trabajo de coronavirus de la Casa Blanca, y que los puntos de vista de esa entidad siempre han estado representados en las reuniones del grupo, además de incluirse en lo que se ha presentado durante las sesiones informativas de la Casa Blanca acerca del virus.
Los CDC no respondieron a las múltiples solicitudes para comentar sobre el tema de la advertencia de viaje, ni sobre la afirmación más amplia de que la agencia ha sido dejada de lado.
La Casa Blanca se enfocó en China en vez de Europa, dicen fuentes
Un alto funcionario de los CDC le dijo a CNN que la agencia también alertó al gobierno sobre la rápida propagación del virus en Europa, pero añadió que “la Casa Blanca estaba extremadamente enfocada en China y no quería enfadar a Europa… pese a que de allí provenían originalmente la mayoría de nuestros casos”.
Algunos expertos indican que la peor consecuencia de la relación desgastada es la sensación general de que los CDC han perdido su lugar como la cara y la voz de la salud pública en medio de una pandemia que no se veía hace 100 años.
“Los CDC… hicieron parte de los errores con los primeros problemas de las pruebas, y parecía que después de eso no confiaban tanto en ellos”, dijo James Curran, decano de la Escuela de Salud Pública Rollins de la Universidad de Emory y exfuncionario de los CDC. Sin embargo, agregó: “No existe un lugar en el mundo que tenga más epidemiólogos y científicos que estudien las infecciones respiratorias… Los necesitamos ahora”.
Durante la pandemia de gripe porcina en 2009, la Dra. Anne Schuchat, entonces directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC –ahora es la subdirectora principal–, tuvo una presencia constante en los medios de comunicación, tanto es así que fue la inspiración para el personaje de Kate Winslet en la película “Contagion”.
En la crisis del ébola de 2014, el entonces director de los CDC, Tom Frieden, tomó el mando de la atención pública, encabezó conferencias de prensa para entregar las últimas noticias y, a menudo, fue la voz de la respuesta del gobierno federal en las entrevistas con los medios.
Aunque el actual líder de los CDC, el Dr. Robert Redfield, participa en las sesiones informativas de la Casa Blanca, los expertos apuntan que su presencia ha sido menor en comparación a la de sus predecesores. De hecho, la cara pública de la crisis de covid-19 ha sido cedida al Dr. Anthony Fauci, jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, y a la Dra. Deborah Birx, coordinadora del grupo de trabajo de coronavirus del presidente.
“Respeto y admiro inmensamente al Dr. Fauci, pero él representa la línea científica y de investigación, y la Dra. Birx representa la línea política a nivel de la Casa Blanca”, señaló el Dr. Howard Markel, historiador de medicina y salud pública en la Universidad de Michigan. “Los CDC representan la línea de salud pública, tanto internacionalmente como trabajando con las agencias de salud estatales y territoriales, por lo que me gustaría un representante de esa línea”.
Gobierno de Trump ha dejado de lado a los CDC en la respuesta al coronavirus, según fuentes
Durante los primeros días del brote en China, los CDC estuvieron al frente de los mensajes públicos.
La agencia organizó una teleconferencia con periodistas sobre el nuevo coronavirus el 17 de enero, ni siquiera una semana después de que China informara su primera muerte.
“Esta es una situación grave”, advirtió Messonnier, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC. “Es crucial ser proactivos y estar preparados”, añadió.
Pero luego llegó la sombría advertencia de Messonnier el 25 de febrero. Al día siguiente, Trump instaló al vicepresidente Mike Pence como jefe del grupo de trabajo de coronavirus de la Casa Blanca.
En un par de semanas, las teleconferencias disminuyeron.
“Entonces se puso muy riesgoso porque obviamente se volvió hiperpolítico”, destacó un miembro del personal actual de los CDC.
A principios de este mes, CNN informó que el gobierno de Trump archivó las pautas redactadas por los CDC para reabrir el país. Las directrices de la agencia fueron más estrictas y detalladas que la propia hoja de ruta de la Casa Blanca para regresar a la normalidad.
“Si miras nuestros documentos de pautas que están en línea, las recomendaciones han atenuado mucho”, sostuvo un funcionario actual de los CDC. “Los que se escribieron en marzo dicen: ‘Ve a casa y quédate allí’, y son muy claros. Y los de ahora dicen, ‘en consulta con los gobernadores estatales y locales, haz lo que ellos indiquen’”.
El funcionario agregó: “Normalmente damos orientación y luego los estados toman esa orientación y la convierten en política”.
Un empleado de los CDC dijo que una preocupación general es que el trabajo científico de la agencia está quedando en segundo plano ante la política.
“El mensaje que recibimos en gobiernos anteriores fue ‘ustedes son los científicos’”, relató el empleado. “Ese no es el caso esta vez. Si la ciencia que estamos ofreciendo contradice un objetivo político específico, entonces somos el problema”.
Drew Griffin de CNN, Nelli Black y Collette Richards, de CNN, contribuyeron a este informe.