Detalle del bolso de Catt Sadler, durante la Vanity Fair Oscar Party 2020 organizada por Radhika Jones en el Wallis Annenberg Center for the Performing Arts el 09 de febrero de 2020 en Beverly Hills, California.

Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades por más de dos décadas. Especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento. Productora de cine. Columnista de Estilo de CNN en Español. Las opiniones expresadas en este comentario son propias del autor. Ver más opinión en CNNe.com/opinion.

(CNN Español) – Cuando en el otoño boreal varias organizaciones del mundo de la moda hicieron sus predicciones sobre los colores que serían tendencia en el verano de 2020, nadie se imaginó las circunstancias que viviríamos. El color naranja fue escogido con beneplácito y sin saberlo, la elección fue muy oportuna por muchas razones.

Y los respetados expertos de la compañía Pantone -gurúes en predecir qué colores se destacarán en la moda- celebraron el alegre color en todas sus tonalidades, desde el azafrán y el mandarina, hasta las tonalidades más suaves como el salmón y el melocotón.

Y ahora, viviendo en los impredecibles días del covid-19, me parece una elección que, sin saber lo que ocurriría unos meses más tarde, ¡fue excelente!

El naranja -de acuerdo con distintas interpretaciones de los colores y de los expertos de Color Wheel Pro- “combina la energía del rojo con la felicidad del amarillo. Y lo asociamos con la alegría, el brillo del sol, y del trópico, representando el entusiasmo, la creatividad y la fascinación. Éxito y estímulo”.¡Estas son cualidades que necesitamos ahora más que nunca y, de cierta manera, fue una elección muy visionaria!

El naranja, que veremos tanto en ropa deportiva como en conjuntos más profesionales y en diseños para la noche, luce muy fresco y bello en tejidos de algodón, lino y suaves muselinas u organzas. Y en estilos más informales y en muchas túnicas, inspiradas en un deseo de comodidad y sencillez.

Y esto me hace pensar inmediatamente en las túnicas color naranja que usan los monjes budistas, de la escuela Theravada en varias regiones de Asia, porque el color azafrán es “el color del sol que brilla infinitamente y refleja luz, especialmente la luz interior que existe en todos nosotros, atravesando las sombras y la oscuridad más profunda”. (Información de paramai.net)

Una explicación muy espiritual y bella que me hace amar más aún el color que, junto con el negro y el blanco, siempre ha sido uno de mis favoritos.